Puntos de observación del futuro: imaginando el 2048 desde el presente

Como parte del evento ERA 2048, que organizamos en la Universidad de los Andes, convertimos el campus universitario en un lienzo para la imaginación del futuro. Usando inteligencia artificial, diseñamos una experiencia novedosa: 16 puntos de observación distribuidos por todo el campus, donde estudiantes, profesores y visitantes pudieron vislumbrar cómo podrían cambiar estos espacios en los próximos 24 años.

La tecnología como ventana al campus del mañana

Cada punto de observación comenzó con una fotografía tomada en diversos lugares del campus: edificios, áreas verdes, espacios abiertos y zonas de tránsito. Estas fotografías fueron usadas como insumo para que un modelo de inteligencia artificial proyectara escenarios futuros. Aunque mantuvimos puntos de referencia reconocibles, dejamos que la IA “propusiera” opciones que a veces resultaban sorpresivas descabelladas. Hicimos numerosas pruebas y tratamos de buscar diversidad en la representación, así como escenarios factibles teniendo en cuenta los cambios que han ocurrido en el campus en las últimas dos décadas (esto es, decidimos omitir imágenes que mostraran a la ciudad como algo sacado de la ciencia ficción). La intención era invitar a explorar un 2048 distinto y al mismo tiempo reconocible.

El resultado fue un conjunto de imágenes con impresión traslúcida, que montamos en soportes a la altura de la vista, permitiendo a los observadores alinear la proyección del futuro con el espacio real frente a ellos. Así, quienes participaban podían experimentar la tensión entre lo que es y lo que podría ser.

Reflexionando sobre futuros posibles

Además de las imágenes, los soportes de exposición incluían una breve descripción que invitaba a la reflexión crítica. Las preguntas planteadas buscaban abrir conversaciones sobre estos futuros posibles:

  • ¿Es este un futuro deseable, que queremos construir? ¿O que quisiéramos evitar?
  • ¿Qué decisiones deberíamos tomar hoy para llegar a (o evitar) este escenario?
  • Si aparecen más edificios, ¿dónde quedará el espacio verde?
  • Si recuperamos áreas naturales, ¿qué implicaciones tendrá para quienes viven o trabajan en ellas ahora?

Estas preguntas conectaban las proyecciones urbanísticas y ambientales representadas en las imágenes con decisiones éticas, sociales y políticas. Más que respuestas, queríamos provocar interrogantes que conectaran el futuro del campus con el de la comunidad que lo habita actualmente.

¿Futuros con esperanza?

Desde el inicio del proyecto, decidimos que nos enfocaríamos en imágenes que ofrecieras visiones esperanzadoras. Considerando que el presente de la educación superior (y el presente en general) está lleno de señales y razones por las que todo podría salir mal (lo que activa nuestra imaginación sombría), quisimos proponer una mirada diferente. No necesariamente utópica, pero sí evitando la distopía: arquitectura renovada con integración con jardines verticales, espacios comunes con naturaleza recuperada, zonas para colaboración al aire libre, poblaciones diversas y multigeneracionales.

Para los visitantes, estas imágenes no representan predicciones, sino provocaciones: un recordatorio de que el futuro no está escrito, sino que está profundamente influenciado por las decisiones que tomamos hoy. Era un llamado inicial a pensar en los futuros no como destinos inevitables, sino como espacios de acción colectiva.

¿Qué futuros queremos construir?

Nuestros 16 puntos de observación del futuro, más que una exposición, buscaban detonar un ejercicio de pensamiento crítico y colectivo. Al invitar a las personas a ver los espacios familiares desde una nueva perspectiva, buscamos promover una conversación necesaria sobre urbanismo, sostenibilidad y justicia social.

El mensaje final era claro: no se trata solo de imaginar cómo será el mundo en 2048, sino de decidir cómo queremos que sea. La respuesta positiva a los puntos de observación nos llevó a conservarlos más allá del evento que realizamos en octubre, y mantenerlos hasta la realización de Volver a los Andes, evento de egresados que se realiza a finales de noviembre. La colección de puntos hace parte de una galería digital desde donde los interesados pueden descargar las imágenes originales e intentar sus propias modificaciones para reflejar otros futuros posibles.

Al final, la pregunta que queda para cada uno de nosotros es: si pudieras observar el futuro de tu entorno, ¿qué te gustaría ver? ¿qué acciones tomarías hoy para que eso se haga realidad? El 2048 está más cerca de lo que parece, y empieza con las preguntas que nos hacemos ahora y las decisiones que tomemos.

Sobre el autor

Soy Diego Leal . Mi propósito es ayudar a individuos y organizaciones educativas a descubrir un sentido de posibilidad frente al futuro, por medio de experiencias de aprendizaje innovadoras y memorables. Me sorprende lo poco que sabemos y lo mucho que creemos saber.




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