Después de casi 11 años, ha llegado el momento de cerrar un ciclo personal y profesional en la Universidad EAFIT. Llego a este punto con un profundo sentimiento de gratitud hacia las personas que me acogieron al regresar de Río de Janeiro, hacia quienes me invitaron a soñar y con quienes creamos iniciativas muy adelantadas a su época, hacia los equipos de trabajo con quienes los sueños se convirtieron en realidades que abrieron un sentido de posibilidad para personas en todos los rincones del país y, en conjunto, hacia una institución abierta al mundo y comprometida con su declaración de inspirar, crear y transformar.
En términos generales, a lo largo de este tiempo tuvimos el privilegio de:
- Acompañar a los profesores de EAFIT en el desarrollo de sus proyectos de innovación educativa, y de sus capacidades pedagógicas, didácticas y de diseño curricular, a través del Laboratorio para la Innovación y el Aprendizaje (Proyecto50) y, más adelante, el Centro para la Excelencia en el Aprendizaje (EXA).
- Liderar (en conjunto con otras áreas de la Universidad) los mecanismos de respuesta a la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19, movilizando la implementación de soluciones de aprendizaje remoto e híbrido y la disposición de mecanismos de soporte a profesores y estudiantes que facilitaron la continuidad de la vida académica.
- Diseñar y dejar en marcha las líneas de acción del Centro Imaginar Futuros, el primero a nivel nacional enfocado en la exploración de futuros posibles y deseables para la educación, por medio de la detección de señales y fuerzas de futuro y la adaptación y transferencia de metodologías que permitan a la comunidades educativas mejorar su capacidad anticipatoria.
- Colaborar en la organización y realización de la primera edición a nivel latinoamericano del World Innovation Summit on Education (WISE), como parte del Festival de Futuros que reunió a más de 1200 personas en la ciudad de Medellín.
- Contribuir a la creación y consolidación de la Red Universitaria para la Educación con Tecnología (RedÚnete) y la Red de Centros de Enseñanza-Aprendizaje (RedCrea).
Las actividades institucionales se complementaron y retroalimentaron a lo largo de los años con una fuerte presencia a nivel nacional, que nos dió la satisfacción de:
- Acompañar a más de 2.200 directivos docentes de educación básica y media en el fortalecimiento de sus capacidades de liderazgo y de gestión institucional, y en el desarrollo de una mirada comprensiva del rol que las tecnologías digitales pueden jugar en los procesos educativos.
- Acompañar a más de 100.000 docentes de educación básica y media en el fortalecimiento de sus capacidades de uso de tecnologías digitales para enriquecer sus ambientes de aprendizaje y detonar procesos de innovación educativa en el aula.
- Acompañar de manera directa a más de 2.200 estudiantes de educación básica y media de diversas zonas del país en el desarrollo de habilidades como la autonomía, la colaboración y la comunicación, a través de iniciativas que los convertían en actores protagónicos de la vida y futuro de sus instituciones educativas, y que les permitieron explorar nuevos roles frente a sus profesores, familia y comunidad.
- Trabajar de manera directa con más de 600 instituciones educativas de básica y media de todo el país, desarrollando capacidades institucionales para la gestión de la innovación educativa y el aprovechamiento de las tecnologías digitales para el aprendizaje, desde un fuerte sentido de respeto y comprensión de los contextos territoriales y los saberes existentes. De esta forma beneficiamos de manera indirecta a más de 1 millón de estudiantes en toda Colombia.
- Desplegar un Índice de Innovación Educativa que da pistas claras sobre las condiciones y capacidades existentes en las instituciones de educación básica y media para la generación, gestión y fomento de la innovación educativa a nivel nacional, llegando a más de 2700 escuelas en todo el país.
- Acompañar a las 96 secretarías de educación certificadas del país en la formulación de planes territoriales de innovación educativa que, a partir de una mirada comprensiva de las condiciones y prioridades de cada contexto, sirven como mapas de ruta para abordar la integración de tecnologías digitales en sus procesos de aprendizaje y para definir caminos que contribuyan al cierre de brechas.
- Vincular al 85% de las instituciones de educación superior del país a las actividades del Laboratorio de Innovación Educativa para la Educación Superior (Co-Lab) el cual llenó un vacío existente en el sector, convirtiéndose en un referente para el intercambio de experiencias sobre innovación educativa y transformación digital.
- Acompañar a equipos de 51 instituciones de educación superior de todo el país en la formulación de mapas de ruta para el fortalecimiento de sus capacidades para la oferta de programas en múltiples modalidades.
- Acompañar la transformación digital del Ministerio de Educación y la renovación de los servicios digitales del Portal Educativo Colombia Aprende.
- Acompañar al Gobierno Nacional, por medio de una colaboración estrecha con el Ministerio de Educación, en el fortalecimiento del ecosistema nacional de innovación educativa.
- Gestionar proyectos con recursos que suman más de 18 millones de dólares en 10 años.
Por supuesto, una lista como esta no hace justicia a todo el esfuerzo y los numerosos proyectos, investigaciones e iniciativas que seguramente se me escapan en este momento y fueron decisivos para llegar a este punto (lo malo de los listados y los agradecimientos es que, obviamente, se corre el riesgo de dejar por fuera temas y personas clave). En las próximas entradas trataré de realizar un recorrido por esta década de trabajo y aprendizajes, a modo de balance personal.
Por lo pronto, no puedo dejar de reiterar mi eterno agradecimiento a Claudia Zea, a Juan Luis Mejía y a Claudia Restrepo por la oportunidad de hacer parte de estas iniciativas y la confianza depositada en mi, así como a María del Rosario Atuesta y Patricia Toro por su presencia, liderazgo y acompañamiento a lo largo de los años.
Gratitud y reconocimiento también hacia Yamile Galeano y José Angel Arrieta por su sentido humano, compromiso y capacidad de inspirar y movilizar comunidades educativas, y a Tatiana Carrero, Cristina Quintero, María Antonia Arango, Dider González y Adriana Franco, (el Grupo Núcleo de EXA, junto con Patricia Toro) por su gran capacidad y respaldo incondicional durante uno de los períodos más retadores de la historia reciente. De estos y muchos más nombres por agregar, me llevo numerosos aprendizajes, satisfacciones y preguntas pendientes por resolver.
El futuro inmediato incluye algunas semanas de descanso que ha quedado en pausa desde hace algún tiempo. Después, definiremos formas, escenarios y espacios de colaboración para seguir contribuyendo al presente y futuro de la educación, la innovación y el aprendizaje, amplificando lo aprendido hasta el momento y abriendo caminos para ponerlo al servicio de nuestras sociedades.
¡Gracias EAFIT y hasta pronto!