Este episodio de Futuros del aprendizaje está dedicado a una idea que me ha ayudado a pensar de manera diferente cuando exploro futuros posibles para mi propio aprendizaje, y que proviene de los deportes. Es la idea de ‘sentido de la cancha’, que es un término comúnmente utilizado en deportes como el tenis o el baloncesto, y que en inglés se denomina “court sense”. Aquí tratamos de entender de qué se trata, exploramos algunos ejemplos e imaginamos cómo podemos aplicar esta idea en nuestro aprendizaje.
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Ven a conocer las señales de futuros posibles para el aprendizaje y la educación, que te ayudarán a anticipar mejores futuros y construirlos desde hoy. Presentado por Diego Leal.
¿De qué se trata la idea del ”sentido de cancha” y cómo podemos usarla para pensar diferente sobre el futuro? Ven a entender por qué es importante anticipar en dónde va a estar la pelota, en lugar de seguir su movimiento actual.
De qué se trata?
Mi encuentro con esta idea fue en 2008, mientras recorríamos con Scott Leslie varias ciudades de Colombia realizando, con apoyo del Ministerio de Educación, una serie de talleres EduCamp, enfocados en el uso de herramientas de software social y en modelar procesos de aprendizaje en red. Scott me habló del “sentido de la cancha” o “court sense”, un término utilizado en deportes como el tenis o el baloncesto, que se refiere a la habilidad, que no tiene todo jugador, para anticipar dónde estará la pelota o el juego en el futuro, en lugar de simplemente reaccionar a lo que está sucediendo en el momento.
Otra forma de entender esta idea es en el fútbol, en donde podemos imaginar a un jugador con capacidad de percibir en dónde están y dónde estarán su equipo y sus oponentes, para lanzar la pelota hacia el lugar donde haya mayor probabilidad de hacer un gol. Se trata de anticipación y de percibir que, a menudo, el éxito en la cancha no se trata de moverse hacia donde está la pelota, sino de moverse hacia donde estará en el futuro. Dicho de otra forma: si usted corre hacia donde está la pelota en este momento, cuando llegue la pelota ya se habrá movido. Lo que genera una pregunta: ¿cómo sabemos en dónde estará la pelota?
Obviamente, esto dependerá de muchos factores, como cuál es el juego que estamos jugando. Tener claro cuál es el juego y qué significa ganar nos permite entender su dinámica y velocidad, cuáles son las reglas y, además, cuál es la cancha en la que estamos jugando. En el tenis, un jugador experto no corre hacia donde está la pelota, sino hacia donde estará más adelante. De esa forma tiene la oportunidad de influir en el juego, en lugar de simplemente reaccionar a lo que ocurre en el entorno.
Este concepto puede aplicarse en diversos contextos. Tomemos como ejemplo el iPhone, el primer smartphone que estuvo disponible para el público. Cuando Apple lanzó el iPhone en 2007, en realidad se adelantó a las preferencias de los consumidores, y podríamos decir que no sólo se anticipó sino que creó nuevas necesidades que antes no existían. En ese momento, la mayoría de los teléfonos móviles se centraban en llamadas y mensajes, y para la mayoría de las personas parecía que eso sería suficiente.
Pero Apple anticipó que, gracias a la miniaturización de componentes y a las mejoras en la transmisión de datos a través de las redes celulares, las personas elegirían una experiencia diferente, basada en aplicaciones y pantallas táctiles. Eso les permitió liderar el mercado y cambiar la forma en que vivimos y trabajamos con la tecnología.
Uno también puede explorar qué ocurre cuando no se lee la cancha de manera adecuada. En su número de noviembre de 2007, la revista Forbes indicaba en su portada que Nokia tenía mil millones de compradores, y se preguntaba si alguien podría acercarse al rey de los celulares. En ese momento, la ubicación de la pelota hacía que Nokia tuviera una participación de mercado del 50%.
Cinco años después, en 2012, su participación de mercado era del 5%. Numerosas fuerzas influyeron en la ubicación de la pelota, Nokia no logró adaptarse y, al final, nunca logró recuperar su posición en el mercado. En el mundo empresarial, quienes pueden anticipar las necesidades de los consumidores y las tendencias del mercado tienen una ventaja competitiva. No se trata solo de seguir las tendencias actuales, sino de prever las futuras. Nuestra historia reciente está llena de ejemplos de éxitos y de fracasos a la hora de anticipar la ubicación de la pelota. Otro ejemplo muy frecuente de esta situación es lo ocurrido con Kodak en el mundo de la fotografía.
El sentido de cancha en el aprendizaje
Para mirar al futuro es útil mirar antes al pasado. Te invito a hacer un viaje mental de 10 o 20 años hacia el pasado. Piensa en qué año te encuentras y trata de hacer un inventario mental de algunas de las cosas que ya sabías o estabas aprendiendo en ese momento. Puede ser que estuvieras trabajando o estudiando. Volvamos al presente y piensa en cuáles de esas cosas te siguen siendo útiles hoy. ¿Cuáles has podido dejar atrás porque ya no son útiles? ¿Cuáles reflejan cambios en el mundo?
Por ejemplo, en mi caso, mi formación de base es en ingeniería de sistemas, y veinte años atrás no sólo había aprendido sino que estaba enseñando conceptos de programación que siguen vigentes hoy (lo cual contrasta con algo que solemos escuchar en el área de la tecnología: que lo que aprende un estudiante hoy es obsoleto en cinco años).
Por supuesto, han aparecido numerosos lenguajes y métodos que están más allá de lo que conozco, y sin duda necesitaría tiempo para ubicarme en los conceptos más básicos de la computación cuántica, por ejemplo, pero mucho de lo que aprendí sigue teniendo vigencia. Lo mismo que habilidades como la escritura usando un teclado, y ni hablar de leer y escribir.
Pero imaginemos ahora que llegas, hoy, a una institución en la que te enseñan solamente lo que era relevante hace 20 años, de la manera en la que te enseñaban hace 20 años. ¿Qué tan preparado estarías para el mundo actual? Claramente, esto depende de tu edad, del área en la que te encuentres y de tu entorno social, ocupacional y laboral. Aunque estés en un área en la que parte del conocimiento de hace 20 años sigue vigente, hoy no se trata sólo de lo que sabes y aprendes, sino del entorno informacional en el que vives y aprendes. Los cambios tecnológicos, económicos y sociales de los últimos 20 años han llevado a que la pelota esté en un lugar diferente al que estaba antes.
Así que un primer consejo para entender en dónde estará la pelota es observar en qué dirección se ha movido, qué tanto ha cambiado en el tiempo, y monitorear de manera recurrente las tendencias que podrían influir en su movimiento. Hoy encuentras disponibles en línea numerosos reportes de macrotendencias en todas las áreas, que te pueden ayudar a ampliar tu panorama.
Esto puede ser especialmente relevante para los más jóvenes: al final de la educación media, el panorama de decisión no debería estar limitado sólo a las carreras disponibles hoy o a las ocupaciones que están mejor pagadas hoy. ¿Cuáles habilidades serán fundamentales en 10 años? ¿Cuáles rutas están disponibles hoy para empezar a desarrollarlas? En lugar de centrarnos solo en el conocimiento actual, tiene sentido fomentar la adquisición de habilidades que serán valiosas en el futuro.
Además de explorar tendencias, para desarrollar tu sentido de cancha es útil:
- Que planees tu aprendizaje para el largo plazo: En lugar de centrarte únicamente en lo que estás aprendiendo hoy, considera tus objetivos de aprendizaje personal a largo plazo. Anticipa las habilidades y conocimientos que necesitarás en el futuro y define un plan de aprendizaje coherente.
- Que reconozcas que estás viviendo un proceso de Aprendizaje continuo. Sabemos que el aprendizaje no se detiene después de pasar por el colegio o la educación superior, y que no ocurre solamente cuando somos estudiantes en una institución educativa. Sin importar lo que elijas hacer, para mejorar en ello necesitarás la disposición y la habilidad para seguir adquiriendo nuevos conocimientos y habilidades a lo largo de toda tu vida.
- Que fortalezcas tu flexibilidad, porque no tienes forma de predecir qué ocurrirá en el juego. Eventos inesperados como una pandemia, o tecnologías como la inteligencia artificial generativa pueden alterar de forma intempestiva el campo de juego. Si nuevas situaciones, tecnologías o métodos se vuelve relevantes, no dudes en incorporarlos a tu rutina de aprendizaje y a tus flujos de trabajo. Aquí puedes aprovechar también algunas de las herramientas del pensamiento de futuros que compartimos en los newsletters y experiencias de aprendizaje de reAprender.
- Que entiendas cuál es la cancha en la que estás jugando y con cuáles reglas. Un área de estudio específica refleja una forma de ver el mundo y de enfocar los problemas. Así que mantener activa la curiosidad y la flexibilidad, buscar conexiones entre diferentes áreas de estudio y conectar puntos aparentemente no relacionados es un aspecto clave para mejorar tu sentido de cancha. Muchos de los problemas actuales, debido a su naturaleza compleja, requieren soluciones que combinan ideas de diferentes campos. Y muchos de ellos ni siquiera requieren miradas transdisciplinarias, sino antidisciplinarias.
- Que realices una evaluación constante de qué está ocurriendo en todo momento y un ajuste de los objetivos y estrategias de aprendizaje según el avance logrado. El “sentido de cancha” implica ser consciente de cómo están evolucionando tus metas y estar dispuesto a cambiar de dirección cuando sea necesario.
Aplicar el “sentido de cancha” a tu aprendizaje implica mirar más allá de los conocimientos y habilidades actuales y anticipar las necesidades y oportunidades futuras. No se trata de seguir la pelota, sino de anticipar su movimiento futuro. Al hacerlo, estarás mejor preparado para enfrentar los desafíos y destacar en un mundo en constante cambio.
Para resumir, si quieres fortalecer el “sentido de cancha” en tu aprendizaje puedes dar una mirada de largo plazo a la planeación de tu aprendizaje, reconociendo que estarás en un proceso de aprendizaje continuo a lo largo de tu vida. Es clave que desarrolles tu flexibilidad e imaginación, y que trates de entender en cuál cancha estás jugando, cuáles son las reglas del juego y qué significa para ti avanzar en el juego. Finalmente, que revises cómo evolucionan tus metas y, a partir de una exploración de las tendencias del entorno, ajustes tu ubicación y dirección de movimiento en la cancha.