(Si está interesado en los materiales de la presentación o el taller realizado en Lima y prefiere omitir la reflexión inicial, siga directamente por aquí )
PLENK inició hace algunas semanas, y a estas alturas mis posibilidades de participar de manera razonable son prácticamente nulas (*sigh*). El final de DocTIC, sumado a algunos compromisos adicionales que ya tenía adquiridos y a pendientes que no dejan de emerger (y otros que todavia no son resueltos), limita mis intenciones de intervenir.
No obstante, logré leer todos los materiales propuestos para la primera y segunda semanas, y encontré con sorpresa que el trabajo que vengo realizando desde hace ya varios años está, digamos, en la línea de las discusiones que están siendo propuestas en el curso, lo cual tiene varias lecturas. Por un lado, parece que este tema específico (como he podido ver con el área en general) se mueve a una velocidad mucho menor de la que uno esperaría.
Por otro lado, parece que lo que iniciamos en 2007 con los EduCamp estuvo (¿y está todavía?) adelantado a su tiempo. Con mejoras permanentes, ya casi completamos tres años de abordar el tema de los Ambientes Personales de Aprendizaje (PLE) en los talleres, y resulta curioso ver que, con la excepción de algunas experiencias como las de Scott Leslie y Jared Stein, o Lucy Gray, este es un tema poco abordado en el desarrollo profesional docente (y mucho menos a la escala que lo hemos hecho con los EduCamp). No puedo negar que esto resulta bastante estimulante, pues me indica que en realidad es un esfuerzo innovador y que se encuentra en la punta del trabajo en esta área.
El inicio de PLENK coincidió también con una invitación de Universia Perú a participar en el Seminario Internacional "La revolución del aprendizaje", en donde tenía previsto volver sobre el tema de Ambientes Personales de Aprendizaje y explorar un poco su relación con las redes sociales (no con las plataformas de redes sociales). Como parte del ejercicio de construcción de la charla, decidí hacer un repaso sobre mi propia evolución en cuanto al tema.
Mi primer contacto con el concepto de Ambiente Personal de Aprendizaje se produjo a mediados de 2006, durante la primera visita de Stephen a Colombia. En la época, la perspectiva de Stephen parecía estar más orientada al PLE como herramienta, según el registro que dejé en ese momento, y sus ideas me llevaron a pensar en borrador en cómo funcionaría una herramienta que se ejecutara desde una memoria USB y que permitiera a un usuario específico el acceso a la información de su interés (Como dato curioso, después de una de las muchas conversaciones que tuve con Jorge Peralta durante mi visita a Perú veo que esta idea, en general, sigue teniendo aplicación, y que representa una forma adicional de hacer distribución de información en complemento a aplicaciones móviles, por ejemplo, y que tiene todo que ver con las ideas que dejé plasmadas el año anterior en referencia a un sistema de gestión de contenidos educativos).
En Abril de 2007 tuve la oportunidad de ver (en diferido) una presentación de Terry Anderson acerca de "Sistemas de aprendizaje personalizado", en la cual aparecían de manera clara diversas críticas a los Sistemas de Gestión de Aprendizaje (LMS) y, aunque el enfoque de PLE seguía siendo esencialmente tecnológico, las preguntas de fondo que planteaba Terry siguen siendo tan vigentes ahora como hace tres años (lo cual, de algún modo, resulta inquietante). Leyendo el post que escribí en ese momento, veo una pregunta que aparecía en la presentación y me resulta fundamental: "¿Las herramientas educativas de hoy están ayudando a crear aprendices que aprenden a lo largo de su vida?"
Y pienso en el constructivismo de Moodle, o en los campus y auditorios creados en Second Life, y no puedo evitar preguntarme si esas herramientas en realidad facilitan el desarrollo de la auto-dirección y la auto-regulación en los aprendices, o si seguimos tratando de dar respuesta a la pregunta equivocada (como diría Cristóbal). Ahora, es claro que si hablamos de herramientas, el uso que hacemos de ellas determina en gran medida su impacto (obvio), pero lo que a veces pasa inadvertido es que las herramientas permiten ciertas cosas y no otras. Cabe preguntarse si espacios centrados en el docente o en cursos puntuales, o que permiten (en el mejor de los casos) la representación enriquecida de objetos de la realidad, son los más útiles cuando hablamos del desarrollo de habilidades metacognitivas y de la autonomía del aprendiz. Aunque mucho se ha discutido y se discute al respecto, mi experiencia reciente en los cursos abiertos que he llevado a cabo me hace pensar que todavía nos falta un camino muy largo por recorrer en este sentido, y que el deslumbramiento (natural, además) que nos produce la tecnología, nos puede distraer de los asuntos más fundamentales, llevándonos a pensar que la herramienta (o "el contenido", o las "fábricas de contenidos" -Huh???-) es el factor determinante del proceso. En fin, estoy divagando (pero es que hace rato no escribía!!!)
En algún momento de 2007, mi comprensión del Ambiente Personal de Aprendizaje se tornó más cercana a lo conceptual que a lo tecnológico. No tengo claro cuándo, pero supongo que fue durante el Seminario Internacional que organicé para el Ministerio de Educación en 2007, pues en los documentos de diseño originales del EduCamp se encuentra el tema de manera explícita (Nota mental: es importante dejar registro de esas comprensiones, para este tipo de ejercicios!!). Durante el primer EduCamp, recuerdo haber invitado a los participantes a dibujar en una hoja en blanco un esquema de su Ambiente Personal de Aprendizaje, lo cual fue replicado en el segundo taller que hicimos, y enriquecido desde entonces en los siguientes talleres con preguntas que ayudan en su caracterización y enriquecimiento.
Eso me lleva al primer producto de aplicación y experimentación con la idea de Ambiente Personal de Aprendizaje: los talleres EduCamp (sobre los cuales he hablado en detalle a lo largo de los últimos años, y de manera más formal aquí). Como decía antes, estos talleres, que dentro de poco cumplirán tres años, son todavía ejemplos de aplicación de estas ideas (y de algunos postulados del conectivismo) en el desarrollo profesional docente.
La primera oportunidad que tuve de empezar a poner muchas de estas ideas en blanco y negro fue en una presentación que realicé en Abril de 2008, en donde hice mi primera reflexión acerca de mi "evolución" personal como aprendiz. Este ejercicio de reflexión fue también mi primera oportunidad de explorar la relación entre la noción del PLE y la gestión personal de conocimiento (PKM, un tema que por cierto ha obtenido algo de atención en los últimos meses).
Sólo un año después, en 2009, llegué a estructurar mejor mis ideas sobre los Ambientes Personales de Aprendizaje, sus características, las tensiones que el concepto genera en contraposición a los sistemas de aprendizaje más "institucionalizado" y algunos de los reparos que pueden hacerse al respecto. Esa presentación finalmente se convirtió en un video a inicios de este año, y curiosamente todavía sigue teniendo vigencia en cuanto a las perspectivas que plantea. No obstante, siempre sentí que el análisis que hacía de mi proceso como aprendiz estaba demasiado enfocado en las herramientas recientes, y desconocía la historia que me había traído hasta ese punto. Por eso, en mi presentación sobre el rol del tutor virtual decidí partir de un recorrido por mi historia personal con los medios y herramientas de mi entorno, como justificación concreta de los cambios que todos hemos tenido que experimentar en mayor o menor medida en los últimos años. El asunto es que esa historia en realidad era un reflejo de la forma en la cual mi PLE ha cambiado a lo largo de mi vida.
En Septiembre del año pasado, con el inicio de ELRN (mi primer curso abierto), la dimensión de la idea de "Ambiente Personal de Aprendizaje" empezó a cambiar de nuevo para mi. Diversos intentos de expresar visualmente lo que estaba tratando de hacer en estos cursos (visibles en esta presentación, por ejemplo), me llevaron poco a poco a preguntarme qué ocurre cuando el diseño de un curso (o de cualquier experiencia de aprendizaje) se realiza pensando en que, al final, de lo que estamos hablando es de la intersección temporal (y con frecuencia arbitraria) de los PLE de quienes hacen parte de tales eventos.
Esa línea de pensamiento me llevó a reconocer que, al final, la interacción que se produce (o no) en cualquier evento de aprendizaje puede ser mapeada mediante un grafo (algo que desde hace mucho tiempo se hace a través de sociogramas), y que tal grafo podría incluir los recursos (tecnológicos o no) que posibilitan diversas formas de interacción entre los participantes. Como en el caso del diagrama del PLE, una vez realizado, es posible pensar en cómo enriquecerlo. Estas ideas fueron las que pude explorar en Marzo de este año en un taller realizado con docentes de la Universidad EAFIT.
Y todo esto me lleva, finalmente, a la presentación que realicé la semana pasada en Lima. En ella, recopilé ideas de varias presentaciones e intenté explorar qué ocurre cuando se observa la intersección entre diversos PLE, así como la humanidad detrás de las relaciones que posibilita la tecnología. Es una revisión de mi perspectiva respecto al tema de los Ambientes Personales de Aprendizaje, y por eso decidí incluirlo como un post para PLENK, pues hace parte de los temas de las primeras semanas.
La charla fue complementada en la tarde con una nueva "edición" del taller "Yo, nosotros y la red". Para mi gusto, el taller no llegó a 'despegar' del todo. El entorno era excesivamente formal, (incluso solemne) lo que me hace pensar una vez más en el profundo efecto que tiene el espacio físico en cualquier situación de aprendizaje. Además, tuvo el mismo inconveniente que mencionaba la primera vez que lo hice: termina justo en el momento en el que la actividad tendría que ponerse más interesante (la exploración colectiva de herramientas).
Con todo eso dicho, aquí están los slides que usé en la presentación:
En cuanto al taller, usé una presentación muy similar a la que preparé en Marzo (quitando un montón de material que había sido cubierto en la mañana). Aquí está la presentación usada en el taller original:
También están disponibles las tarjetas de herramientas utilizadas como material de referencia. Como le decía a algunos participantes, a color se ven mucho mejor.
Sólo me queda agradecer a Jorge Peralta y a Christine Simon por la invitación a hacer parte de este evento, y a todos los participantes por su colaboración y excelente disposición durante el taller. Fue mi primera visita a Lima después de ocho años, y resultó realmente agradable.
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