Propósitos de Año Nuevo

Algunos propósitos de año nuevo:

1. “Menos charla y más trabajo”: Espero seguir en este nuevo año con una actitud muy lanzada al hacer (como ya es costumbre), y manteniendo una postura crítica frente a quienes siguen diciendo cómo debería ser el mundo, pero sin mostrar evidencia alguna de sus experimentos personales.  No quiero que me hablen de innovación.  Quiero ver innovación.  Ya hemos tenido suficientes discursos que nos dicen lo mismo de siempre, pero que no nos muestran caminos para recorrer.  Así que no me hable de tendencias.  Muéstreme cómo está cambiando su mundo.

2. Sentido crítico: Es importante (y necesario) seguir depurando mi cabeza.  Al percibir un poco más cuáles parecen ser los intereses de fondo detrás de muchas de las ‘buenas ideas’ a nuestro alrededor, sigo alejándome de los discursos tecno-utópicos y del entusiasmo ingenuo (del tipo feel good), que al final buscan seguir manteniendo el status quo. Quiero evitar ser una simple caja de resonancia, y para ello es indispensable seguir buscando un sentido de mayor alcance.  Nuestro sistema tiene fallas fundamentales que no se van a resolver mientras sigamos jugando el juego.  Al mismo tiempo, es necesario empezar a ser crítico frente a la crítica.  Estar ‘en contra de’ no significa tener la razón. Es mucho lo que no sé.  Es mucho lo que no sabemos. Y en consecuencia no es lógico suponer que tenemos la razón.

3. Si voy, que valga la pena: Aunque es ingenuo suponer que por no hacer un viaje en avión se reduce la huella ecológica macro, sí tiene sentido tratar de aprovechar al máximo cada viaje aéreo que sea necesario hacer, cuando sea indispensable hacerlo.  En estos días de abundancia de información, cada vez es menos justificable el turismo académico, sobre todo si no aporta nada. Si se trata de una conferencia, debería tratar de ofrecer una perspectiva nueva, basada en mi propia experiencia y en las características del público.  Si se trata de un taller, que sea algo que la gente no ha vivido antes y que pueda ser usado en su realidad. El deslumbramiento con dispositivos y tecnologías que están fuera de nuestro alcance no pasa de ser eso: un deslumbramiento que nos impide ver.  Está muy bien viajar, pero que no sea para decir lo mismo de siempre (como tantos parecen hacerlo en estos días).

4. Si lo hago, que tenga un impacto positivo: A lo largo de este año me he sentido en conflicto con mi propia actividad y la de otras personas.  Durante mi estancia en Brasil he conocido a muchas personas que, por un lado, siguen desafiando la definición de nativos digitales (ja) y, por otro, de manera decidida invierten su esfuerzo (y su vida?) en formación profesional técnica con el fin de terminar trabajando en una petrolera (ingenieros de todo tipo), o están comprometidas con venderle a otros lo que sea que el trabajo requiera (publicidad? marketing? ventas?) sin importar consideraciones de orden ético.

Si bien es cierto que es inimaginable prescindir del petróleo para nuestra sociedad, me resulta llamativo que decenas (e incluso cientos) de nuestros nuevos doctores no tengan en cuenta las implicaciones ambientales macro de su actividad profesional.  Esto lo digo, por supuesto, desde una posición aparentemente cómoda, pues la educación es una de esas cosas que parece no hacer ‘daño’ (aunque en esencia sirva para mantener el status quo con algunos de los valores que transmite). No obstante, de manera deliberada intento promover el sentido crítico en las experiencias que propongo y trato de exponer a las personas a información que muestra un panorama mucho más amplio, con el que no necesariamente están en contacto. Ante todo, busco cómo mostrar  a cada persona que su papel es mucho más importante de lo que cree. Espero seguir haciendo eso en el año que entra.

(Ahora, es sano decir que nunca hay garantía de que el impacto de lo que hacemos sea positivo, pero sí podríamos intentar reducir el daño macro que podemos generar con lo que hacemos y decimos. Recordar que no se trata sólo de tener un trabajo bien pago, sino de la responsabilidad personal que cada uno tiene)

5. Si lo digo, que valga la pena: Este último, más que un propósito, es una duda que tiene que ver con el tema de los memes y lleva dos años en mi cabeza, como lo decía aquí.  Se trata de tener mayor conciencia acerca de lo que ponemos en el mundo (en términos así de amplios), y sigue siendo un elemento contradictorio con la posibilidad que da la tecnología actual para difundir a los memes.  Es una mirada bastante extraña del mundo, sobre la que me gustaría entender más.

Sobre el autor

Soy Diego Leal . Mi propósito es ayudar a individuos y organizaciones educativas a descubrir un sentido de posibilidad frente al futuro, por medio de experiencias de aprendizaje innovadoras y memorables. Me sorprende lo poco que sabemos y lo mucho que creemos saber.




2 Comments

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  2. Midafra 12 años ago

    Hola Diego! Feliz 2012!!  Trato de desconectarme de todo pero Artic me sigue atrapando. Leyendo tus propósitos para el Nuevo Año recuerdo claramente que en la presencial hablabas de “la Ley de los 2 pasos: si no está aprendiendo nada levántese, dé dos pasos y váyase a otro lugar”!! Fantástico!! Trato de leer lo que publicas y ya te enviaré mis comentarios! Un abrazo desde Artigas, Uruguay

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