Como estoy tratando de retomar algún ritmo de escritura, una buena excusa es hacer el inventario periódico de las cosas en las que ando, pues algunas de ellas pueden ser de interés para otras personas. Así que, de lo más nuevo a lo que ya pasó, esto es lo que he estado haciendo:
En la última semana de Mayo, iniciaremos en coordinación con la dirección de educación del Centro Ceibal de Uruguay (los encargados de la ejecución de la iniciativa 1:1 a nivel nacional), un proceso piloto de formación para docentes de enseñanza media, quienes desde este año tienen en sus aulas un computador para cada estudiante.
Lo que queremos hacer es una evolución del EduCamp y de los cursos abiertos que he realizado en el pasado, poniendo en marcha un proceso de exploración y aprendizaje en línea de seis semanas, que aborde la integración de diferentes medios y tecnologías en el aula de clase, con algo de reflexión en paralelo. Aunque todavía no tiene nombre oficial y el diseño está en camino, sí puedo adelantar que, aprovechando que no es un curso formal (como ELRN, GRYC o DocTIC), vamos a hacer algunas cosas que van en la línea del muy interesante ds106, mucho más lanzadas hacia la práctica. Tendremos un encuentro (EduCamp) inicial de apertura en Montevideo y otro más al final de la sexta semana. En el intermedio, realizaremos actividades en línea en formato abierto (cualquier persona puede participar).
Para este primer experimento, los participantes serán docentes de historia, así que si usted está interesado en saber más al respecto puede pre-inscribirse usando este formulario, para recibir información adicional en el momento en el que las inscripciones estén abiertas. Por supuesto, si conoce a algún docente que pueda estar interesado en las actividades en línea, puede invitarlo a participar.
Esta va a ser una experiencia fantástica, pues no sólo podremos darle continuidad a lo que ocurre en un EduCamp, sino que será una oportunidad de contribuir de primera mano al proceso que está viviendo Uruguay. En mis últimas visitas, siempre ha sido fascinante ver lo que ocurre cuando la discusión no tiene que ver con comprar o no computadores, sino qué hacer con ellos. Debo decir que es muy grato para mi que el Centro Ceibal encuentre que, la labor que iniciamos en Colombia en 2007 para Educación Superior, puede ser útil para su contexto.
En una línea similar, estoy trabajando con la Universidad del Valle en el diseño de un taller abierto en línea que será ofrecido en el segundo semestre de este año, y que estará enfocado en procesos de consolidación de redes personales y profesionales. En su momento hablaré más al respecto.
En la segunda semana de Mayo estaré en la ciudad de Morelia, en México, atendiendo una invitación de la Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo y el Sistema Nacional de Educación a Distancia. Ellos están organizando un coloquio internacional que servirá de arranque para un proceso de conceptualización, definición de marco jurídico y de normatividad de la educación a distancia en el país. No parece que vaya a tener mucho tiempo disponible, pues la agenda está algo apretada, pero será una buena oportunidad de regresar a México (no he estado antes en Michoacán), y de aprender acerca de la experiencia de otros lugares frente a este tema. También será una buena excusa para mirar con otros ojos el proceso de discusión alrededor de la reforma de la Ley de Educación Superior en Colombia.
Hace poco concluí una colaboración en un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, que tenía como propósito hacer un estado del arte de la incorporación de TIC en el nivel de educación básica y media en los países de la región latinoamericana. Me correspondió indagar y construir un panorama de la situación en Costa Rica y Venezuela, lo cual fue muy interesante a la hora de establecer comparaciones entre los discursos y las iniciativas que los llevan a la práctica. También me permitió familizarizarme con un conjunto de indicadores de impacto propuestos por la UNESCO y ampliados por el BID, y preguntarme una vez más cuál es el efecto de pretender medir unas cosas y otras no, y cómo la presencia de un documento y un estudio termina por tener un impacto tangible en la forma en la cual se conciben y desarrollan las actividades de toda una nación. En otras palabras, me deja con la duda del poder que tiene un organismo para moldear realidades que le son ajenas (por más estudios que haga) a partir de una visión parcializada del mundo (al final, todos tenemos una de esas, no?).
Estuve en Lima en la última semana de Marzo, facilitando un taller organizado por el International Development Research Centre de Canadá (IDRC) y Consumers International (CI). CI es una organización que agrupa a diversas asociaciones de consumidores alrededor del planeta, y está iniciando un proyecto piloto sobre temas de uso de TIC como mecanismo para promover la participación ciudadana en el tema específico de regulación de agua en Perú y El Salvador. En el taller participaron representantes de asociaciones de varios países de la región, con quienes exploramos durante día y medio distintos aspectos del uso de la tecnología desde una perspectiva personal y organizacional. Fue una experiencia muy interesante (y reveladora), sobre la cual espero tener la oportunidad de escribir más.
A mediados de Marzo estuve en Sao Paulo, invitado por la Universidad Anhembi Morumbi a un evento llamado People.NET em educação organizado por Carlos Valente, a quien conocí en São Paulo el año anterior. En el evento tuve la oportunidad de hacer mi primera conferencia pública completa en portugués, que estuvo dedicada al conectivismo (slides aquí). Lamentablemente no pude estar presente durante todo el evento, pero debo decir que las conversaciones que tuve y las personas a las que conocí me demostraron un excelente nivel de discusión en la audiencia. Fue un evento memorable por muchas razones. De mi participación quedó una entrevista en el Diario O Estado de São Paulo (versión impresa).
También a mediados de Marzo, inicié un doctorado en la Universidad Federal de Rio de Janeiro. Este es un proceso que me está generando (de nuevo) sentimientos encontrados en muy diversos aspectos, y que todavía necesito articular mejor con mi práctica actual. Mi blog va a convertirse, hasta cierto punto, en mi diario de notas de lo que voy aprendiendo en este programa.
Desde inicios de Marzo estoy asesorando a la Dirección de Fomento de la Educación Superior y a la Oficina de Innovación Educativa del Ministerio de Educación, acompañando la definición de las actividades relacionadas con el fomento al uso de TIC en Educación Superior para este cuatrenio. Aunque es muy gratificante ver el balance positivo de muchas de las cosas que nos imaginamos en 2007, también es un poco inquietante identificar algunas tendencias (que desde mi perspectiva son caminos sin salida) que siguen su camino ignorando las necesidades más apremiantes de nuestro entorno.
Por último, a inicios de Marzo estuve en Lima, facilitando el primer EduCamp que hicimos en Perú en conjunto con Universia, en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Un público nuevo, una cultura nueva, y un taller dividido en dos mañanas que resultó bastante bien y que, como de costumbre, genera nuevas ideas y posibilidades. Con la experiencia adquirida, esperamos poder realizar nuevos talleres en otras instituciones educativas peruanas.
En eso he estado en las últimas semanas. Muchas cosas como de costumbre, y muchas otras por venir. Felizmente, todas son oportunidades de realizar nuevos experimentos y seguir avanzando en mi camino de aprendizaje, por lo cual me siento muy agradecido. 🙂