Informe horizon.ib: Puebla, dia 1

Como de costumbre, el recurso más limitado que tenemos (el tiempo) me impidió escribir tanto como habría querido acerca del proceso de mi participación en este informe.   Sin embargo, en el wiki del proyecto (el cual, por cierto, es sólo uno de los mecanismos de participación que, además, son notablemente transparentes) quedaron registradas mis percepciones sobre los temas abordados en las preguntas de investigación 2, 3 y 4.  En su orden:

  • ¿Qué tecnologías clave no están incluidas en la lista? (página del wiki)
  • ¿Cuáles cree que van a ser los retos clave relacionados con la enseñanza, el aprendizaje o la investigación creativa a los que tendrán que enfrentarse las instituciones de educación superior en los próximos cinco años? (página del wiki)
  • ¿Qué tendencias espera que tengan un impacto significativo en la forma en que las instituciones de educación superior enfocan su misión básica de enseñanza, investigación y servicio? (página del wiki)

Con estos antecedentes, y una votación inicial que coincidía con el análisis que realicé en posts anteriores, llegamos a la reunión del Consejo Asesor en Puebla.

Hoy fue nuestro primer día de trabajo, luego de un coctel/cena el día de ayer en el que tuve la oportunidad de reencontrarme con conocidos como Cristóbal Cobo y de conocer finalmente a otros como Ismael Peña-López.  Fue un día de trabajo intenso, lleno de retos y de cosas que quedaron rondando mi cabeza.

Para empezar, es muy interesante la gran diversidad de perspectivas que traen los miembros del Consejo Asesor.  No sólo en términos profesionales, sino en orientaciones profesionales, intereses y experiencia.  Hay personas del sector gubernamental, muchos investigadores/profesores (la mayoría, diría yo), consultores de gran experiencia en la región, y algunas personas como yo (que, como diría Nancy White, me siento más cercano de la práctica que de la teoría y la política, a pesar de haber estado y estar en contacto con ellas, para definitivamente preferir 'ensuciarme' las manos haciendo mis propios experimentos personales, que con frecuencia reporto aquí).   Una amplia diversidad, que refleja un entorno muy, muy variado en todo sentido.   Así, han sido recurrentes las discusiones respecto a las sutiles diferencias entre nuestros países (sutiles pero significativas), acompañadas por un reconocimiento de problemas que resultan comunes, pero para los cuales no se puede pretender que existan soluciones únicas.

Esta diversidad se vió reflejada desde muy temprano en las discusiones grupales que fueron llevadas a cabo.  Una vez más, me encontré un tanto asombrado respecto a la forma en la cual usamos muchas palabras y recursos del lenguaje, suponiendo siempre que nuestros interlocutores entienden exactamente el sentido que damos a las palabras que usamos, y que en esa medida estamos construyendo a partir de un lenguaje común.

Nada más alejado de la realidad.  Para la muestra un botón:  Las cuatro tecnologías seleccionadas para el horizonte temporal más inmediato (entornos colaborativos, creación de redes sociales, medios sociales, comunicación en línea) tienen tantas sobreposiciones entre sí que resulta difícil decir cuál de ellas engloba a cual.  Las diferencias en concepciones se hicieron evidentes muy rápido, y las dificultades para distinguir una 'tecnología' de otra (la palabra está en comillas pues de hecho incluso aparece la discusión respecto a si todo lo que está enunciado son "tecnologías", en el sentido estricto de la palabra) tomaron una buena parte del escaso tiempo disponible.

En la selección producto de la votación inicial ocurrió algo que fue señalado por los organizadores como llamativo: había tecnologías que fueron seleccionadas en la votación, y que nunca fueron discutidas en el wiki. Mi impresión frente a esto (si bien no la he verificado con las páginas existentes) es que varios participantes nunca participaron de tales discusiones, así que su votación no las reflejó en modo alguno, sino que optaron por aquellas que encontraban más razonables.

Sin duda esto es válido pero, al menos desde mi perspectiva, invalida de alguna manera el trabajo de discusión previo.  Yo diría que el sentido de la discusión previa a la votación es, precisamente, poner en común posiciones personales que pueden (o no) cambiar las percepciones iniciales de otros participantes, para llegar a la votación inicial con una perspectiva más informada (y por ende, amplia).  Mi impresión es que, a priori, no tendría que haber una diferencia notoria entre los temas discutidos en el wiki y aquellos seleccionados en la votación.  Lo que no sé es si tendría sentido ajustar el proceso para, por ejemplo, limitar la votación inicial sólo a quienes participen de manera activa en las discusiones previas (algo un tanto radical, pero que encuentro razonable), o sencillamente omitir las discusiones y pasar directamente a la votación (lo cual es más difícil, pues en las discusiones pueden aparecer tendencias que no han sido consideradas en los listados iniciales).  En todo caso, mi impresión personal es que esta situación puede afectar de manera notoria (y no siempre para bien) el resultado del proceso.

El asunto es que esta selección inicial sirve como marco para las discusiones de la reunión presencial, con lo cual tecnologías que de hecho fueron discutidas ampliamente no quedaron en ningún horizonte temporal para el reporte final.  ¿Tendría sentido que existiera una segunda ronda de votación antes de proceder a la selección final de tecnologías?  Yo diría que si, pero confieso que no conozco lo suficiente el proceso Delphi como para inferir el impacto que esto tiene desde el punto de vista metodológico.  Lo que sí puedo anticipar es que, si hubiésemos hecho una nueva votación después de las discusiones de hoy, seguramente los resultados finales habrían incluido algunas cosas muy diferentes.

Hay aquí un detalle que llamó mi atención, y que siento que estuvo presente en el ambiente todo el tiempo:  La idea del 'proceso' como algo que no es modificable por ninguna razón, y que nos obliga a seguir avanzando así no estemos del todo conformes con el camino que llevamos recorrido.

Ahora, es justo recordar que esta es la primera vez que se realiza este proceso para un informe en español, así que sin duda hay un montón de lecciones que están siendo descubiertas sobre la marcha y que permitirán ajustar el proceso para ediciones posteriores.  Yo no diría que estas observaciones invaliden el informe, sino que son importantes para entender la forma en la cual se llega a las conclusiones que queden consignadas en él.

Lo cual me lleva a un segundo aspecto que llamó mi atención.  Como indicaba en mi primer post al respecto, mi sensación desde el inicio es que este es un informe que tendría que ser más realista que optimista (como lo señaló de manera muy precisa Eva Durall en la presentación inicial de hoy), dando cuenta de tendencias realmente significativas para el sector de la Educación Superior a nivel regional.  Al menos desde mi perspectiva, no es la función de este reporte el "modelar" el futuro, así esa tarea resulte mucho más interesante.  Yo diría que esa fue una tensión subyacente a lo largo de la jornada, y que tal vez no llegó a resolverse del todo.

Esto es importante porque, en la medida en que hay varias personas que hacen parte de organizaciones gubernamentales (y habiendo estado yo hasta hace poco con ese 'sombrero'), puede haber una tendencia a sobredimensionar el alcance que tiene (o debería tener?) este informe.  Pienso que es importante hacer énfasis en que es un primer intento, en que no tenemos experiencia previa haciendo este tipo de esfuerzo prospectivo, y que eso significa que es indispensable ser cautos con el resultado al que lleguemos.   Coincido con Cristobal en que puede ser algo pronto para pretender que un gobierno o institución tome decisiones de fondo sobre adquisición de tecnología solamente a partir del informe (así haya personas con los suficientes contactos como para difundir el resultado en altos niveles gubernamentales, por decir algo).  Si la experiencia del informe en inglés puede enseñarnos algo (lo cual traté de abordar aquí), es que la labor de predicción puede ser mucho más complicada de lo que pensamos, y que es muy importante asumirla con una distancia crítica, y recordando siempre que el contexto tiene una incidencia enorme, y que sus múltiples variables pueden poner patas arriba muchas previsiones plausibles.

También es importante mencionar que el contenido de las discusiones que pude escuchar a lo largo del día parecen sugerir una comunidad más preocupada por las problemáticas asociadas al uso y la apropiación que por los meros aparatos, lo cual pienso que es muy positivo, aunque puede llevar a discusiones llenas de dificultades que ninguno de nosotros está en capacidad real de resolver, lo cual puede ser un tanto frustrante.  De cualquier modo, de vez en cuando asoma la cabeza un tecno optimismo bastante notorio, representado en aspectos como la importancia estratégica de los contenidos (y vaya uno a saber qué tiene cada cual en la cabeza cuando escucha la palabra 'contenido'.  Caramba, si incluso las emisoras juveniles ya promocionan sus 'contenidos' para celular, sea lo que sea que eso signifique...), por ejemplo.

Debo decir que me agradó enormemente encontrar un grupo de personas que coinciden en que el grueso de los estudiantes no están tan cambiados como a veces nos gustaría creer, y que los profesores 'resistentes' tal vez son muchos menos que antes.  En lo personal, diría que he confirmado esa impresión inicial de la lentitud con la cual ocurren los procesos de adopción a gran escala, lo cual me da bastante tranquilidad, pues estaba algo inquieto frente a la posibilidad de estar ignorando la evidencia existente solamente para mantener intactos mis preconceptos.

Cristobal mencionaba en Twitter algo respecto a una diferencia generacional en cuanto a la lectura de las TIC.  Francamente yo no percibí eso de manera tan clara, pero interpreto la idea de Cristobal desde otra perspectiva.  Tal vez no es un asunto generacional (aunque la composición de este grupo pudiera sugerirlo), sino simplemente de status quo.  A pesar de toda la resonancia que tienen, ideas como PLE o Open Content/Access, por ejemplo (con todas sus implicaciones, que me temo no son percibidas aún por muchas personas), son todavía marginales.  Desde hace algún tiempo es recurrente la pregunta de David Wiley respecto a cuándo estos temas dejarán de estar en los márgenes de la tecnología instruccional para pasar a ser temas que se discuten en la mesa de decisión.

Al menos en mi experiencia personal, puedo decir que estos temas toman más tiempo del que uno quisiera.  En Colombia empecé a explorar el tema de Ambientes Personales de Aprendizaje en 2006, y de manera decidida con los EduCamp en 2007.  Tres años después, se ha vuelto mucho más popular en muchos blogs y se habla más al respecto, y de hecho hay instituciones (como EAFIT, por ejemplo) que están empezando a dar pasos importantes en esta dirección, pero esta es todavía una excepción y no la regla.  Se necesitaron tres años para que este tema siga siendo aún, esencialmente marginal.

Si tal cosa sirve como muestra, es probable entonces que la discusión acerca de lo que representa la Educación Abierta (y me refiero a aquella de la que habla Wiley) sólo despegue en un par de años más, así ya estén en la mesa experiencias como ELRN o GRYC.  Me gusta pensar que esto significa que estoy "adelantado a mi tiempo" (ja), pero lo cierto es que hacer mella en el status quo es mucho más complicado de lo que imaginamos, y por eso toma tanto tiempo.

Si a eso sumamos la identificación natural con los fines institucionales, que se refuerza a medida que una persona pasa más y más tiempo con una organización dada (se un gobierno o una institución educativa), tenemos un escenario en donde la discusión va a girar, de manera natural, alrededor de cómo las instituciones (esto es, MI institución) van a mantener su posición (y por ende MI propio status quo, pues nadie quiere quedarse sin trabajo), o cómo el LMS de turno permitirá mantener el control sobre el proceso académico, o cómo mejorar los indicadores de competitividad económica a través de la educación. Sencillamente, vemos lo que somos capaces de ver.

Para dejar de divagar, lo cierto es que esas voces que nos recuerdan que hay otras preguntas que debemos hacernos son indispensables en este tipo de procesos, precisamente para evitar el nocivo pensamiento grupal.  A pesar de todas las dificultades que podemos encontrar, es precisamente a través de espacios como esta reunión en donde personas con alto poder de decisión pueden percibir los problemas y tendencias de más largo plazo que todavía están en los márgenes.  Esto no es garantía de que ocurra ningún cambio, por supuesto, pero sí veo que, en muchos de nuestros países, hemos tenido la feliz oportunidad de aprovechar ideas muy novedosas y llevarlas, de alguna manera, a algunas instancias importantes de decisión con bastante rapidez.

Al menos en mi caso personal, veo que eso ocurrió (al menos hasta cierto punto) , lo cual me resulta realmente gratificante.

Habría mucho más por registrar, y ya veremos si lograré hacerlo.  Nos queda todavía el día de mañana para completar la jornada de trabajo, y algo de tiempo después para completar la escritura del informe final.   Por lo pronto, ha sido una experiencia con mucho aprendizaje, llena de observaciones curiosas respecto a la naturaleza humana, y que al mismo tiempo me genera nuevas dudas respecto al camino a seguir.

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Sobre el autor

Soy Diego Leal . Mi propósito es ayudar a individuos y organizaciones educativas a descubrir un sentido de posibilidad frente al futuro, por medio de experiencias de aprendizaje innovadoras y memorables. Me sorprende lo poco que sabemos y lo mucho que creemos saber.




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