Informe horizon.ib: Pregunta de investigación 1, parte 2 (diario de trabajo)

El post anterior terminó con una selección de cinco tecnologías que, a mi juicio,  son una posible respuesta a la pregunta "¿Cuáles de las tecnologías serán utilizadas de manera NO MARGINAL por las instituciones de educación superior locales, impactando de manera evidente los procesos de aprendizaje, enseñanza e investigación creativa en los próximos cinco años?".

Esas tecnologías eran las siguientes, con plazos posibles de adopción en el sector de la Educación Superior:

Tecnología Plazo de disp. (años) Uso general Uso educat.
Computación en nube 1 3 5
Contenido abierto 1 ? 1
Libros electrónicos 1 3 ?
Móviles 1 3 ?
Medios sociales
1 2 3?

Algunas anotaciones:

  • El tema del contenido abierto involucra asuntos de licencias alternativas.  No obstante, es completamente viable que un grupo amplio de personas usen el contenido sin preocuparse por el aspecto legal (como ha ocurrido siempre.  Basta con pensar en las fotocopias).
  • La computación en nube se refiere más a las posibilidades de almacenamiento y uso de aplicaciones que al procesamiento, otro componente importante de esta tendencia (que es presentada en algunos casos como la evolución de la tecnología de grid computing).
  • La aparición de teléfonos móviles con mayores capacidades técnicas (a un costo razonable) servirá para estimular la oferta de nuevos servicios de datos, y requerirá el mejoramiento continuo de la red móvil.  A nivel de Colombia, hay una obligación legal por ofrecer acceso en todos los lugares del país.  Pero una red sin aparatos poco hace.  Por eso lo que se incluyó aquí fueron los móviles, en lugar de la red.
  • Los medios sociales están incluyendo comunicación en línea, social computing, social networking y etiquetado.  A mi juicio, no tiene mucho sentido hablar de estas tecnologías de manera separada, pues la tendencia actual es que una sola aplicación haga uso de todas estas posiblidades a la vez.
  • Las interrogaciones cerca a los años indican incertidumbre. Puede haber adopción, pero dependerá de diversos factores, que serán señalados para cada tecnología.

Y ahora si, respuestas a las preguntas:

¿Cómo podría esta tecnología ser de interés para el sector educativo y en especial para la educación superior en Iberoamérica?

Computación en nube

Muchas instituciones han empezado a omitir la provisión de correo electrónico para sus estudiantes, o han establecido convenios con proveedores externos (como Google).  Google Apps se ha posicionado poco a poco como una opción de servicios razonable, teniendo un impacto importante en los costos de infraestructura institucional.   Una vez superada esta barrera inicial, y en la medida en que las instituciones sigan consolidando su presencia en línea en redes sociales y otras plataformas, es posible que haya un uso cada vez más frecuente de este tipo de servicios, incluso a costa de su propia visibilidad.

Hay un aspecto importante que probablemente seguirá durante un tiempo más "por fuera de la nube", en muchos casos: los LMS, fundamentales para la operación actual de muchas instituciones, así como otras aplicaciones de gestión administrativa.   No obstante, en la medida en que nuevos servicios de hosting y procesamiento en línea para LMS aparezcan, ofreciendo costos competitivos posibles gracias al volumen, también esta área puede terminar en la nube.

La otra faceta de la computación en nube tiene que ver con la posibilidad de hacer uso no sólo de la infraestructura de almacenamiento, sino también de procesamiento (en servicios como AWS y EC2 de Amazon, por ejemplo).  Para este caso, es probable imaginar el desarrollo de proyectos demostrativos en áreas específicas, pero la tradición del desarrollo local (la forma en la que ha estado enfocado dentro de las instituciones educativas) sugiere que no habrá un aprovechamiento de gran escala de estas posibilidades.

Contenido abierto

Como en el caso anterior, el factor determinante aquí es el económico.  El acceso a libros de texto libres (como los construidos en proyectos como Connexions) y a publicaciones científicas abiertas (esto es, de Acceso Abierto, como las compiladas en DOAJ) puede representar una reducción significativa de los costos que tienen que asumir los estudiantes como parte de su paso por una institución de educación superior.   Este tema resulta crítico para los procesos de ampliación de cobertura del sector en la región, pero seguirá condicionado a un cambio en la percepción respecto a la validez de estas alternativas y a la existencia de material en idioma local.

Libros electrónicos

La disponibilidad de libros electrónicos, en conjunto con el auge que están teniendo los netbooks, es un complemento a los contenidos abiertos.   Una vez más, hay un componente económico crucial aquí.

Móviles

El desarrollo de nuevos dispositivos móviles y la creciente adopción de teléfonos inteligentes seguirá abriendo posibilidades de acceso a información de todo tipo en todo lugar, estimulando la oferta de nuevos servicios de datos.  En términos prácticos, lo que esto significará es que habrá un espacio más de competencia por la atención de las personas.  La historia reciente muestra, sin embargo, que probablemente estos servicios serán principalmente dedicados al entretenimiento.

Si bien ha habido intentos de aprovechar la infraestructura existente, usualmente se limitan a la provisión de información a través de portales WAP, o al desarrollo de contenidos específicos para ciertos dispositivos.  A pesar del potencial de uso existente, queda por verse hasta qué punto tendrá sentido para los estudiantes actuales estar en contacto permanente con información de sus cursos (si esta es la intención), o qué tan efectiva será la entrega de contenido (así como la interacción) para usuarios remotos, quienes tendrían más posibilidades de beneficiarse de estas oportunidades.

Vale la pena mencionar algo respecto a las redes móviles.  Como he dicho antes, hay una obligación para los operadores locales (en Colombia) de garantizar acceso en todo el país.  Esto, unido a los competitivos precios de los netbooks y a planes de datos que irán haciéndose más accesibles a medida que la infraestructura mejore, podría llevar conectividad a Internet a lugares remotos, no necesariamente mediante dispositivos móviles, impactando enormemente el acceso.

Al final, la importancia de la tecnología móvil para el sector educativo radica en su creciente presencia en todos los espacios de la sociedad.  Que pueda ser aprovechada o se convierta en un distractor adicional, dependerá de las mismas instituciones educativas.

Medios sociales

Como en el caso de los móviles, los medios sociales son (y serán) críticos debido a su presencia creciente.  Uno podría mencionar otra vez su todo su potencial (que todos podemos ser productores de información, que todos podemos estar en contacto con personas de todas partes del planeta, que harán posible una nueva forma de participación ciudadana, etc.), pero de allí a que tal potencial llegue a cristalizarse puede haber un largo camino.  Como en el caso anterior, el entretenimiento y la interacción social priman en este caso, y el patrón 90/9/1 sugerido por Nielsen hace algunos años sigue estando presente.  A estas alturas, sabemos que la presencia de la tecnología puede no ser suficiente para provocar los cambios que quisiéramos ver.

De nuevo, el sector educativo podrá ignorar (poco probable) o usar de manera aislada (con profesores específicos, como se ve desde hace años) estas tecnologías.  Iniciativas de uso de nivel institucional pueden tomar todavía algo de tiempo.

¿Cuál puede ser el impacto potencial de esta tecnología en la enseñanza, el aprendizaje o la investigación creativa?

Computación en nube

Para la enseñanza y el aprendizaje, hay una posibilidad clara de mantener una memoria del proceso académico que no desaparezca cada semestre (cuando es el momento de "hacer backup").  Para el aprendizaje (para los aprendices), mayor control sobre su información personal.  Esto es, siempre y cuando la institución no se mueva simplemente hacia un LMS en la nube, que mantenga los datos de cada estudiante encerrados detrás de una contraseña.  Para la investigación creativa, acceso a una infraestructura de procesamiento y almacenamiento que, sencillamente, no está disponible en la región.  Esto significa nuevas áreas de investigación, que aprovechen esa infraestructura.

Contenido abierto

Para la enseñanza y el aprendizaje, el contenido abierto representa una diversificación (de hecho, una explosión) de las fuentes de información disponibles.  Esta situación sugiere que los docentes tendrán que desempeñar, adicionalmente a sus roles actuales, una tarea de filtrado y curaduría (junto con otros roles sugeridos por Siemens, de los cuales hablé en mayor detalle aquí).  Por supuesto, puede ocurrir que el contenido abierto simplemente sea ignorado, y que continuemos con los mismos libros de texto de siempre (y además, que sea una opción completamente válida para muchas áreas).

En términos de investigación, el potencial del contenido abierto tiene que ver con la reducción/desaparición del costo de acceso a publicaciones científicas, que representa un altísimo valor para las instituciones de la región.  Por otro lado, el contenido abierto facilita el flujo de información científica alrededor del planeta.   Por supuesto, esto lleva a las conocidas discusiones acerca de la validez de las publicaciones abiertas, de cuáles son las publicaciones que en realidad dan visibilidad en ciertos índices, etc., lo cual puede limitar en gran medida la adopción de esta alternativa.

Libros electrónicos

Como se sugirió antes, el potencial aquí es de tipo económico, y de ampliación de las posibilidades de acceso.  Queda abierta la pregunta de qué tanto podemos esperar que cambie el formato del libro tradicional (esto es, ¿en realidad se harán más "interactivos"?), y cuáles serán los dispositivos preferidos para su consulta.  Para el entorno local, los netbooks tienen una gran ventaja frente a lectores de propósito específico.

Móviles

El discurso recurrente habla acerca del acceso en cualquier momento, desde cualquier lugar, como la gran promesa de los dispositivos móviles.  Pero hay preguntas que vale la pena hacer:  ¿Acceso a qué?  ¿Los móviles serán simplemente otro medio para 'transmitir contenidos'? ¿Llegaremos a ver una oferta lo bastante amplia de contenidos específicos para este tipo de dispositivos, más allá de los generados en proyectos demostrativos?  ¿La base de usuarios real justificará esta inversión?

Por otro lado, hay consideraciones de tipo social que pueden limitar un poco el potencia real de la tecnología.  ¿Los estudiantes querrán tener acceso en cualquier momento, desde cualquier lugar, a los materiales de los cursos que toman en una determinada institución?

Estas preguntas, de alguna manera, muestran también que para el caso de la investigación, tan solo la presencia de los móviles abre la puerta a nuevas oportunidades de exploración en muy diversas áreas.

Medios sociales

Como en el caso del contenido abierto, aquí hay un enorme potencial de diversificación de fuentes de información, y la posibilidad de repensar a fondo lo que significan los procesos de construcción de conocimiento.  En la medida en que todos podemos ser creadores, los roles de todos los actores empiezan a cambiar, y las discusiones respecto a lo que significa (o debe significar) la educación se pueden hacer más visibles.  Esto podría representar, en el largo plazo, una redefinición de lo que significa el proceso de enseñanza, y un reconocimiento del aprendizaje informal como elemento fundamental en nuestro desarrollo como ciudadanos.

Como en algunos casos anteriores, tan sólo la presencia de la tecnología abre la puerta a innumerables oportunidades de investigación social y educativa.   Por otro lado, a experimentación en la creación de nuevos servicios.

¿Cuáles son los principales retos a la hora de implantar esta tecnología en el contexto educativo de Iberoamérica?

Computación en nube

Hay dos factores aquí:  Por un lado, lo referente a la privacidad, algo que todavía no aparece con tanta fuerza en nuestro entorno, pero que perfectamente puede volverse un limitante importante; por otro lado, lo referente al control de la información por parte de la institución.  Como mencionaba arriba, allí hay una barrera 'psicológica' :)  que se ha ido superando poco a poco, en la medida en que servicios como el correo electrónico dejan de ser ofrecidos directamente por la institución, y en que las capacidades de almacenamiento/cómputo exceden las que cualquiera de ellas puede ofrecer por su cuenta. Sin embargo, aquí hay  también aspectos de prestigio y visibilidad asociados, que pueden limitar la participacion de las instituciones mas grandes.

Contenido abierto

Dos retos grandes aquí: Primero, el cambio en la percepción acerca de la validez de estas alternativas de información, que sigue ligado a la influencia que tienen muchas casas editoriales (para quienes esto es de algún modo amenazante), así como a los mecanismos de evaluación institucional (cruciales en carrera profesoral) y nacional (índices de grupos de Colciencias).  Y ni hablar de los índices de visibilidad internacional y de impacto académico, que siguen fuertemente ligados a la publicación en medios más 'tradicionales'.   Mientras las instituciones (y los docentes) no reconozcan cómo válidas estas alternativas en sus políticas, la generación de este tipo de contenido seguirá siendo vista con algo de desconfianza (o incluso con sensación de inutilidad).  También es necesario tener en cuenta lo referente a los obstáculos legales que este tipo de iniciativas pueden tener a nivel institucional, pues el contenido abierto depende de licencias abiertas, y esto abre toda una discusión respecto a la propiedad intelectual, que todavía es incipiente en nuestras instituciones.

Segundo,  hay un reto en el replanteamiento del rol docente.  El uso de contenido abierto de algún modo reconoce un entorno informativo distinto a aquel con el cual crecimos, y obliga a un replanteamiento del foco de las actividades docentes, en la medida en que no hablamos ya de escasez, sino de abundancia (lo que requiere habilidades que exceden la mera capacidad de consumo).    Al menos en mi experiencia, esto último sólo se logra mediante una apropiación a nivel personal de diversas herramientas e ideas, un proceso que tomará bastante tiempo...

Libros electrónicos

Los retos aquí están más ligados a asuntos de acceso (¿todos los estudiantes tendrán máquinas para acceder a los libros electrónicos? ¿es necesario que así sea?), de disponibilidad de títulos en idioma local y de ergonomía.   Las fotocopias siguen siendo una herramienta fundamental, como puede verse en cualquier bus urbano o en los alrededores de cualquier universidad, y la tecnología todavía no está lo bastante madura como para permitir ciertas operaciones básicas a las que estamos acostumbrados en el papel (subrayar, resaltar, anotar en los márgenes, etc.).

Es cierto que existen esas posiblidades, pero también es cierto que no están todavía disponibles de manera masiva.  Para completar, si los formatos propietarios prosperan (como en el caso del Kindle), se creará una barrera adicional (artificial, además) para su adopción. 

Móviles

Hay dos grandes barreras aquí, que pueden o no desaparecer en el mediano plazo.  Por un lado, la velocidad de reposición de aparatos, pues si bien la cantidad de smartphones ha aumentado notablemente, lo más frecuente en nuestro entorno siguen siendo los teléfonos que no son tan 'inteligentes'.  Contar con una cámara no significa que se cuente con la capacidad de transmitir video o de publicarlo en línea, y tener un navegador WAP no significa que se pueda acceder al tipo de contenido que podría resultar más interesante desde el punto de vista educativo.    De hecho, tener un celular no significa contar con un plan de datos.  El punto es que es necesario mantener la perspectiva frente a esto.

Por otro lado, está la incógnita frente a los servicios que serán ofrecidos efectivamente por las instituciones educativas, y los usos que prosperarán entre los usuarios (basta con ver el caso de Cha Cha, por ejemplo).

Medios sociales

Los retos aquí, de nuevo, tienen que ver con el sentido de uso.  Parece seguro afirmar que, a menos que tengamos una catástrofe de gran escala :roll:, los medios sociales seguirán consolidando su presencia en nuestro entorno.  Pero su uso efectivo en el sector educativo (al menos desde mi perspectiva) depende de reconocer que no están al servicio de la "transmisión efectiva de contenido" sino que son una herramienta fundamental para visibilizar y apoyar el proceso de aprendizaje de cada persona (no sólo de los estudiantes).   Si consideramos que esto representa, de hecho, un profundo cambio cultural, el reto es enorme.

¿Tiene o conoce algún proyecto de trabajo en esta área?

Por lo pronto voy a omitir la respuesta a esta pregunta, y a apoyarme en los ejemplos provistos por los demás miembros del Consejo Asesor en el wiki, pues es fácil empezar a resultar redundante.  Así que los invito a ir al wiki (los enlaces específicos están en la tabla del inicio), para ver más información sobre proyectos específicos de aplicación.

Con esto termino (más o menos) el desarrollo de la primera pregunta de investigación.  Quedan varias por desarrollar (Necesito maaaaás tiempo!!!).  |-|

 

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Sobre el autor

Soy Diego Leal . Mi propósito es ayudar a individuos y organizaciones educativas a descubrir un sentido de posibilidad frente al futuro, por medio de experiencias de aprendizaje innovadoras y memorables. Me sorprende lo poco que sabemos y lo mucho que creemos saber.




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