NTFPP09: La formación inicial y permanente del profesorado en el nuevo milenio (Panel)

IMPORTANTE: Aplica el disclaimer de rigor. Esta es una medio transcripción de las ideas expresadas por los presentadores. Lo que aparezca en itálica son mis comentarios al respecto. Pueden haber erorres de escritura y de comprensión de mi parte.

Moderadora: Geynar Martínez
Panelistas: Alba Martínez (México), Serafín Antunes (España), Mario Domínguez (México), José Ignacio Herrera (Cuba), Mario Avendaño (Costa Rica)

Inicia Serafín Antunes.

Resulta muy difícil referirse a un tema tan amplio que acoge un panorama tan complejo de contenidos, de una forma rápida y precisa. Sobre todo cuando nos referimos al profesorado de todos los niveles y de formación inicial y permanente. Además, cada entidad y estado tiene una idiosincrasia que nos recuerda la dificultad de ceñirnos a modelos idénticos.

Cómo se forma para la docencia? Este asunto ha estado separado por una oscura cortina que se va abriendo y nos aporta conocimiento. Sabemos bastante sobre la formación del profesorado universitario

La inquietud es cómo se forman los formadores de maestros...

En esto de la educación tenemos más incertezas que certezas y nos movemos en territorios complejos que dificultan dar ideas útiles para todos.
Hay que formar a los profesores de una manera acorde con el tipo de persona que se quiere y el tipo de sociedad que se desea. Valores como respeto, justicia, equidad, tolerancia, solidaridad. Nuestro primer referente debería ser el modelo de sociedad al que se aspira. Educación de calidad es aquella que es coherente con estos principios.

No buscamos una educación de excelencia para sobresalir sino para dar respuestas pertinentes a la comunidad estudiantil que tenemos. Una educación en que calidad y equidad son posibles simultáneamente, no tiene que estar contrapuestas.

Según el modelo de persona y de sociedad diseñaremos una formación inicial que permita al docente adoptar (que no toma en cuenta el contexto en el que se encuentra), adaptar (que tome las propuesta externas de manera crítica y aportar sobre ellas, para hacerlas útiles a su contexto) o transformar (según el ideal de persona y sociedad).

Una respuesta provisional más La formación debe estar en manos de instituciones competentes y docentes competentes. Formadores competentes tiene que ver con persona que tengan conocimientos académicos probados, que conozcan la hermenéutica de los contextos escolares. Necesidad de conocer quiénes forman a los formadores y cómo hacen lo que hacen..

(Me cuesta trabajo seguir el hilo de la charla…)

Cabe preguntarse si cualquiera debería poder entrar a formación docente, o debería haber barreras para ello.

Primera evidencia; Nuestras escuelas son instancias académicas, ese lugar en donde se organiza y transmite en forma ordenada el conocimiento, donde el clima para el aprendizaje es óptimo. Nuestras escuelas son eso? Parece que cada vez esas escuelas son más espacios de asistencia social, y refugio para jóvenes y niños. Con eso, habrá que preparar a los docentes para este trabajo, un cambio de rol.

Segunda evidencia: La escuela no se acaba en los límites que señala la barda perimetral. Estamos hablando de acción comunitaria, de involucrar a las familias en el proceso educativo, de uso de tecnologías digitales. En dónde empieza mi escuela y dónde acaba? Hay que preparar a los docentes para ese escenario de fronteras difusas.

Tercera reflexión. Si formamos docentes será para un escenario que se ha ido incrementando con otros actores: personal auxiliar, personal de trabajo social. Un arca de Noé en donde el docente tendrá que viajar. Los docentes deberán estar formados para navegar en este espacio.

Cuarta evidencia: Vamos a formar para que nuestros docentes se muevan con pertinencia, con satisfacción en un escenario donde hay confusión de expectativas. Los padres y madres parecen haber abdicado en la escuela la responsabilidad de educar a sus hijos.

Quinta evidencia: Cuando se diseña formación, no hay que olvidar que quienes trabajamos en educación escolar no somos seres sobrenaturales. A menudo se asocia a la actividad docente expresiones como apostolado, abnegación. Pero cuando reflexionamos vemos que no somos perfectos sino que estamos llenos de contradicciones, sin saber si en realidad esa es nuestra opción de vida. Seres a quienes nos preocupan cosas muy prosaicas. Estas cosas no se incluyen en los programas de formación docente.

Sexta evidencia: Necesidad de concebir la formación dentro de un marco más general de formación, que incluye a directores, supervisores, personal asesor.

Sigue Mario Avendaño.

Reflexiones que no son tan particulares del caso costarricense y que no distan de las experiencias latinoamericanas.

Se ha hablado mucho de educación, todo el mundo apuesta por ella, pero pocas acciones se concretan en cómo mejorar los procesos educativos. Es tópico de discusión en diversos escenarios…

Dentro del discurso de la calidad ya no se discute el rol del docente en la mejora de la calidad. Cabría señalar cómo se está formando ese docente que incide en la mejora del aprendizaje de niños y jóvenes.

Partimos de las instancias de formación inicial. Se han hecho esfuerzos por incrementar el número de años y por revisar los currículos. Estos esfuerzos han sido orientados para lograr una mejor inserción en la cotidianidad de la tarea del docente.

Desde aquí, cómo funcionan estas instancias? Cuál es su dinámica académica y profesional? Qué tan cerca están de la realidad educativa?

SI la tarea de formación inicial es un proceso endogámico, exclusivo, empieza a verse el divorcio entre formación y práctica.

Qué diseño curricular ofertamos? Se ha actuado mucho por moda e influencia ajena. En los documentos los diseño curriculares están muy claros, pero cómo se relacionan con la praxis?

Vemos discursos fuertes pero que no generan una práctica distinta. Y perfiles que no es posible encontrar, con características sacrosantas… Una formación permite generar un todólogo?

El ejercicio de la pertinencia curricular es una tarea pendiente en muchas instituciones de formación inicial. Diseños curriculares separados de la identidad del docente. Seguimos formando para un docente que concentra conocimiento e información cuando esta se encuentran en otros medios e instancias. Un docente en donde hoy se han transferido tareas de la familia para que sean asumidas por él.

Damos respuesta a estos requerimientos y cuando miramos los pensum la mayoría sigue recargado en asuntos disciplinares y pedagógicos. Hay que ir más allá, hacia la persona del docente, la dimensión afectiva del docente, cómo se potencia a lo largo de sus años de formación.

Hoy, los niños y jóvenes demandan destrezas que les permitan pensar y reflexionar. Que le permitan desarrollar una actitud crítica antes las fuentes de información. Puede un docente que no ha sido preparado para esto desarrollarlo en sus alumnos?

Dos niveles importantes: quienes ejercen la formación docentes y quienes ingresan a la formación y la docencia.

Frases que se escuchan: “Estudié educación porque era lo más rápido y tenía trabajo garantizado”, “ingresé porque no tuve éxito en otras áreas”. Este proceso hace una llamada de alerta a los procesos formativos. Se parte de perfiles en los que se supone que ya hay habilidades en la enseñanza, pero quienes ingresan lo hacen por facilismo: Educar es tomar un libro y dar una clase. Se supone como un trabajo fácil y sencillo, cuando en realidad es una de las tareas más difíciles de desarrollar.

La sociedad es cambiante, con una perspectiva de democracia muy transformada, con espacios de participación en los distintos niveles y una perspectiva de derechos en todos los actores. Un mundo donde prevalece la incertidumbre, sin verdades absolutas, un mundo complejo, con demandas para las que los adultos no necesariamente tenemos respuesta. Tenemos la tarea de acercar la educación para que la inserción se haga de manera pertinente.

Es la revisión misma de los procesos de formación inicial, no sólo una revisión curricular.

A qué debe, cómo debe formarse un docente? Volviendo a las modas, recientemente se habla de competencias.

Cambiamos la palabra “perfil” por “marco de competencias”. Pero no es eso. Implica un abordaje de formación en el que se evidencie el saber hacer. Será que nos acercamos a esa idea o seguimos haciendo lo que hacíamos hace 25, 30 años?

Es un trabajo colectivo de las instancias formadoras, que requiere compromiso con las políticas de formación, con el marco pedagógico, con las perspectivas curriculares, pero ante todo un compromiso con la tarea de la formación y la docencia en su sentido más amplio.

En los últimos años se ha tejido la profesionalización del docente. Parte de la identidad es el no reconocimiento profesional. Cualquiera ingresa a estudiar educación. Promovemos en nuestros procesos lo que significa ser un profesional de la educación?

Un profesional con actitud hacia la actualización permanente. Esto implica transcender de un ejercicio docente de réplica de normas y lineamientos. Es hacer en este marco un ejercicio pertinente y responsable.

Debemos trascender y ampliar la didáctica instrumental hacia una perspectiva pedagógica más amplia, en la que el profesional sustente los procesos de mejora en su quehacer. Esta mejora nunca va a salir de una norma o directriz administrativa. La mejora inicia cuando este compromiso se traduzca en acciones concretas.

Esta perspectiva profesional no termina con la certificación del ejercicio docente. Este profesional requiere una perspectiva de actualización desde la formación inicial. Por eso hablamos de la formación permanente que se ha abordado desde los distintos eventos de capacitación. Un evento de capacitación aislado, con muy buena intencionalidad, pero que muy poco impacto ha tenido en la dinámica de los centros escolares.

Una capacitación que tiende a replicar los procesos de formación inicial en 30 o 40 horas. Hoy se habla de desarrollo profesional, concepto importante porque amplia elementos que no han sido considerados en ese proceso de manejo profesional..

Urge la articulación entre formación inicial y permanente. Se atienden cambios diferentes desde perspectivas diferentes, con un punto en común: la mejora de los aprendizajes de nuestros estudiantes.

El desarrollo profesional debe complementar aquellas áreas de la formación inicial que no fueron logradas. Requerimos orientar los esfuerzos de capacitación hacia una perspectiva profesional.

No podemos desligar los procesos de formación del contexto laboral, económico y social en el que está el docente. Los procesos deben atender los ciclos laborales del docente.

Trascender el credencialismo, a una actitud de autoaprendizaje y de aprender a aprender.

Evaluación no punitiva, de acompañamiento y de mejora de las prácticas a partir de la determinación de la transferencia de aprendizajes recibidos en su entorno laboral. Un docente investigador de su propia realidad, a partir de sus cuestionamientos y reflexiones, que le permita desarrollar un proceso de indagación sostenida, fundamentada y a partir del cual su profesionalismo se construya en y desde el centro.

Estamos ante un nuevo enfoque del desarrollo profesional, descentralizado, no desde una perspectiva externa.

Sigue José Ignacio Herrera

Cuba. En el primer proceso de formación docente existe una pregunta: qué docente queremos tener? La realidad histórica plantea un docente en donde lo crítico es la formación de la personalidad.

Dinámica entre los académicos, lo laboral y lo investigativo.

Entendemos formación como preparar al docente para la vida, en una sociedad del conocimiento. Educarlo para que aprenda a prender, a gestionar su conocimiento, con un enfoque integral en tres dimensiones: instructiva, desarrolladora, educativa

De veras lo intento, pero no lo logro con este conferencista... Se parta del hilo central con mucha facilidad y eso dificulta tomar las ideas centrales...

Docente con una formación humanista, desde los estudios de la filosofía, de la historia nacional. Se busca que el estudiante sepa qué ocurrió en su territorio. Se trabaja por la independencia y la creatividad del maestro.

De veras lo intento pero no lo logro.. Me pregunto si es en realidad por el orden de lo que dice, por la forma en que lo dice. Ahora, me cuesta algo de trabajo imaginar a un docente independiente en un contexto como el cubano. Es posible que aquí haya una discusión de fondo sobre lo que significa en realidad ser independiente y libre, pero de entrada me suena, al menos, un tanto paradójico.

Sigue Mario Alberto Domínguez

Director de la Benemérita Escuela Normal de Coahuila.

Por qué educar para una ciudadanía democrática? La democracia y la educación reclaman una solución ante la pobreza, la desigualdad, la desconfianza en la política, la individualización, la globalización, la pérdida del sentido de pertenencia a una comunidad política mayor que la local, la revolución de la información y las comunicaciones.

Pero en realidad nunca vamos a estar preparados para el cambio. De hecho, la historia de la humanidad es la historia del cambio, y cuando se mira en retrospectiva no es difícil ver que muchas sociedades vivieron en gran incertidumbre. Tal vez es que en estos tiempos son un poco más visibles las personas que reconocen el cambio...

Panorama general de la formación inicial de docentes en el tema de formación ciudadana: Falta de consenso en torno a la necesidad de que los propósitos políticos de la educación se reflejen en los programas de estudio y la calidad de la enseñanza. Carencia sobre las formas más pertinentes de socializar políticamente de modo que una ciudadanía democrática dinámica lleve a la creación de una escuela vinculada con la sociedad misma.

Bajos niveles de lectura crítica, de análisis de texto, deficiente razonamiento matemático y limitado pensamiento científico de los egresados de los niveles previos a la carrera docente. Insuficiente desarrollo de competencias comunicativas y comunitarias, que darían cuenta del comportamiento y actitudes en la relación con otros.

Otros países están implementando las competencias necesarias para ejercer efectivamente ciudadanía democrática desde la escuela. Menciona el caso colombiano en lo referente a las competencias ciudadanas como ejemplo.

Cada institución debe proponer sus propios espacios para generar sus propias propuestas.

Lo perdí también. Lamentablemente, el punto en el que se refería a la propuesta específica de la BENC quedó muy al final, un tanto invisible. Todos los antecedentes tienen mucho sentido, pero no se logró ver claramente cómo se relacionan con lo que están haciendo actualmente (o planean hacer). Lamentablemente, puede se una nueva situación del estilo “El papel aguanta todo”...

Termina Alba Martínez.

Hoy se habla de trabajar por proyectos, y a veces se convierte en una cosa tiesa. La escuela tiende a encajonar las cosas. El otro día me crucé por casualidad con un par de madres que venían con sus hijos, y una de ellas sacó un cuaderno de la maleta de uno de sus hijos, que tenía como título “proyectos”, y pregunta “Cuántas planas te dejaron”?

Me gustaría tener un aula para poder aprovechar en este momento las entrevistas que le hacen al astronauta mexicano…

Lo que ocurre en el día a día nos da mucho que podría ser explotado en la escuela para aprender un montón de cosas. Por qué no ocurre? O por qué al menos no ocurre como una constante?

Serafín decía que la calidad no se le puede dejar a la casualidad...

Qué necesita un docente para apropiarse de estos eventos que nos dan para aprender en muchas áreas? Por qué el proyecto se vuelve un título para un cuaderno?

Tenemos en las normales planes de estudio bastante buenos. No hay mucho que reprocharles. No veo en ellos demasiadas deficiencias, pero veo en ellos posibilidades. Algo no está cuajando. Qué hacemos que le permita a los maestros ver una oportunidad didáctica, que la pesquen al vuelo y la conviertan en una situación de aprendizaje?

Hay algo más allá de las técnicas, de los métodos... Falta una apertura al mundo, una ampliación de los horizontes de los docentes en servicio.

Cita de Cecilia Braslavky: “es esencial que los profesores comprendan el mundo en el que viven y vivirán, e intervengan como ciudadanos productivos en ese mundo de hoy y del futuro. La cultura endogámica de las escuelas y de los institutos de formación docente tuvo como consecuencia que dichas instituciones se alimentaran siempre entre sí, sin interactuar con otras instituciones o ámbitos, sin plantearse preguntas ni formularse respuestas alternativas respecto del más allá espacial y temporal. Esta reclusión les ha impedido seguir el ritmo de los cambios en el mundo. Pero nadie que no comprenda ese mundo puede realmente orientar a los niños y jóvenes y promover aprendizajes para el siglo XXI. Eso implica que un desafío fundamental en la reinvención de la profesión de profesor es ampliar el horizonte cultural.”

Que significa abrir el horizonte cultural? Qué significa abrirnos al mundo?

Implica quizá preservar en nosotros y en los futuros docentes la curiosidad de los niños pequeños. Son curiosos, son inquisitivos, son activos, nos meten a veces en problemas…

En el tiempo esas virtudes se van haciendo más pequeñas, y a unos les quedan algunos rastros dependiendo del mundo en el que viven y dependiendo de la escuela..

Tenemos que hacer un esfuerzo por asegurar que nuestros futuros maestros preserven o reencuentren esas cualidades que permiten no sólo aprender como un acto aburrido, solemne para el examen. Que nos de la posibilidad de recuperar el gozo de aprender y el gozo de lograr que otros aprendan… Cómo hacemos? Es una reto importante, que no es sencillo, que no está metido en una buena enseñanza de un área...

Cómo hacemos para que el ambiente de nuestra escuelas formadoras, de la formación continua sea un ambiente retador, que nos dé la posibilidad de un desarrollo de la curiosidad, que la mantenga, la potencie y la ponga al servicio de los otros?

Solo en la medida en que entendamos que tenemos que cuidar esa parte, vamos a tener docentes que pesquen eventos maravillosos y terribles y los puedan desmenuzar y convertir en una ocasión de aprender.

Es un reto complicado, pero que tenemos que empezar a asumir y a construir. Que florezca esta posibilidad no rígida, no tiesa, menos preocupada por el examen y más por el resultado del examen.


Fantástico!!! Me encanta el discurso de Alba, por su sencillez y contundencia... Excelente cierre para el panel! :D


Sobre el autor

Soy Diego Leal . Mi propósito es ayudar a individuos y organizaciones educativas a descubrir un sentido de posibilidad frente al futuro, por medio de experiencias de aprendizaje innovadoras y memorables. Me sorprende lo poco que sabemos y lo mucho que creemos saber.




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