Desde hace varios días, tengo un montón de tabs abiertos en Flock (la última versión está MUY buena. Muy recomendada!), sobre los cuales me encantaría escribir posts, pero el tiempo no da. Voy a empezar al menos con dos de ellos:
KurzweilAI.net: Ray Kurzweil es un futurista que explora el concepto de la Singularidad tecnológica (entre muchas otras cosas interesantes). Este término se refiere a la idea de que en los próximos años, el avance tecnológico conducirá a la aparición de una inteligencia tecnológica que excederá la inteligencia humana (y en el largo plazo, la inteligencia colectiva humana). Por supuesto, el término singularidad proviene de la física, y lo que sugiere es que es imposible predecir, al igual que en el caso de un agujero negro, qué ocurre más allá del horizonte de sucesos (es decir, del punto en el cual ocurre la singularidad). Vale la pena decir que esta es una idea muy provocativa, y que de alguna manera me recuerda que puede que estemos tratando de mejorar un sistema educativo que se encuentra en serios aprietos, pero que al hacerlo no estamos teniendo en cuenta las implicaciones de otros avances tecnológicos (para qué memorizar si podemos contar en el futuro con chips de memoria integrados a nuestro cerebro, llenos de datos puntuales?). Hay cosas en el horizonte que podrían cambiar la naturaleza misma de nuestra especie. Estamos listos para ello?
Via think:lab, una reseña y el enlace a una entrevista con Kurzweil, en la cual ofrece algunas ideas respecto a hacia dónde debería estar orientada nuestra educación actual, considerando el asunto de la singularidad (Buen hallazgo este de eSchoolNews, por cierto).
Ahora, la entrevista en realidad no dice mucho. Kurzweil menciona que el rol del maestro será de guía, y destaca el impacto que las redes actuales tienen en la democratización (tanto a nivel de consumo como de producción) de la información. Señala el ejemplo de OCW como un esquema en el cual la información se hace pública y al alcance de cualquier persona en el planeta. Honestamente, yo esperaba de alguien como Kurzweil una perspectiva más fuerte respecto al rol de la educación y el aprendizaje en un mundo post-singularidad.
De la misma manera que es sugerido en el conectivismo que algunas de las habilidades intelectuales de orden inferior (como el almacenamiento) ya pueden ser realizadas por máquinas, y que eso tiene implicaciones para lo que significa aprender, los procesos intelectuales críticos para nuestra especie serán distintos si los computadores son capaces de realizar habilidades intelectuales de orden superior.
Es simplemente ilógico pensar que en las próximas décadas tendremos un computador tan inteligente como un humano, y que a la vez en diversos sitios del planeta tendremos aún profesores enseñando a leer con tiza y tablero, en un sistema resistente al cambio y comprometido con la generación de trabajadores. Como indica Kurzweil, es imposible predecir qué ocurrirá después de la singularidad, pero lo cierto es que no parece que nos estemos preparando como especie para lograr aquello que tal vez una máquina inteligente no podrá hacer tan rápidamente: alcanzar la felicidad real y comprender el sentido de nuestra vida.