El año anterior fui invitado por la Universidad Nacional de Colombia y la Fundación Karisma a realizar una presentación en el Encuentro Nacional de Investigación y Desarrollo 2012, que abordaba el tema de las TIC como apoyo a la presencialidad. Esta invitación me sirvió como excusa para organizar muchas de las iniciativas recientes (incluyendo, por supuesto, los xMOOC) en una narrativa en donde la transgresión de límites históricos empezó a emerger como tema central.
El material de apoyo lo utilicé luego en una presentación para EduTic Innova 2012, en donde el tema de los límites se consolidó y me permitió ver que, en realidad, seguimos hablando de límites imaginarios generados por un contexto al que muchos de nosotros estamos acostumbrados pues hemos vivido en él buena parte de nuestra vida. Y que la naturaleza de un medio emergente como Internet abre una serie de posibilidades que permiten repensar estos límites. Nada de esto es nuevo, obviamente, pero mi percepción del asunto me ayudó a enlazar este asunto de los límites con una pregunta que lleva ya tiempo en mi cabeza: cómo pasar de redes centralizadas a redes distribuidas (lo que he dado en llamar “pensar en red“).
Hay una presunción aquí que es importante resaltar (y que no se aborda en la presentación): son preferibles las redes centralizadas a las redes distribuidas. Aunque este no es el momento de abordar esta discusión, lo cierto es que detrás de esta afirmación hay muchas implicaciones sociales y políticas, con el potencial de transformar del todo (o no) las sociedades en las que vivimos, como se sugería aquí. Pero, por otro lado, no se trata de un asunto de preferencia, sino de búsqueda de equilibrio y equidad. Un argumento muy razonable de Stephen es que la centralización típica de nuestro mundo no corresponde a razones ‘naturales’, sino a desequilibrios ocasionados por decisiones políticas o económicas, o simplemente consecuencias de diseño. Tener esto en cuenta pone la discusión sobre la centralización vs. distribución en otro plano y, al menos a mi, me sigue cuestionando respecto al papel que cada uno de nosotros tiene en esta situación.
Una revisión del material de la presentación original fue usado en una reciente charla que tuve con docentes de la Escuela Colombiana de Ingeniería. Después de ella, finalmente me animé a organizar los slides pero tratando de generar una presentación auto-contenida, pues mis publicaciones habituales son de slides de apoyo que contienen muy poca información (debido a mi estilo de presentación). La presentación resultante habla un poco de innovación y de cómo la innovación en educación puede ser comprendida desde una transgresión basada en lo tecnológico (pero motivada por muy diversos intereses) de una serie de límites que han configurado la realidad histórica de nuestras instituciones educativas, los cuales contrastan completamente con las posibilidades de un medio digital en red. El panorama presentado habla de algunas experiencias que ‘abordan’ algunos de estos límites, concluyendo con los cMOOC que, desde mi perspectiva, son los ejemplos más claros de la intención de pasar de una red centralizada a una red distribuida, tanto en términos tecnológicos como educativos.
Sin embargo, este no es un recorrido por la historia de los MOOC ni un análisis de su situación actual (eso viene dentro de poco!). Simplemente un panorama que muestra muchos de los cambios (pequeños y grandes) que han venido ocurriendo en los últimos años y que nos recuerda que las oportunidades de innovar están a la mano, siempre y cuando nos animemos a hacerlo.
Con todo eso dicho, aquí está la presentación. Luego de ella encontrarán algunos enlaces y material adicional:
Secciones de la presentación
2 ideas de partida: Para profundizar en las razones de nuestro profundo olvido tecnológico, el artículo de Stephen C. EhrmannTechnology and Revolution in Education: Ending the Cycle of Failure es un excelente referente.
innovación: Para superar mucho del hype sobre innovación, es imperdible el mapa conceptual elaborado por Dubberly Design (del cual tengo una copia física gracias a Paul Pangaro!). El libro que lo acompaña es igualmente útil. Las ideas sobre las tres categorías de cambio están en Leading and benchmarking system-wide educational innovation de Darryl Bubner (hay un artículo mucho mejor que la presentación, pero no está disponible en línea).
un paréntesis: El fabuloso mapa de la Ciencia de la Complejidad se encuentra aquí. La discusión sobre la ‘nueva ciencia de redes’ puede encontrarse en Linked (de Barabasi) y Six degrees (Watts). Everything is obvious (también de Watts) es un revelador análisis de cuán poco determinista es nuestro mundo y el papel que las redes juegan en ello.
límites: La parte introductoria del tema de los límites es original (o al menos, tan original como algo puede serlo en estos días). Incluye numerosas referencias que escapan a mi cabeza en este momento. Para la parte de experiencias, intenté mantener un orden cronológico (que también ayuda a ver cuáles límites estuvieron en el foco de discusión en qué momento). Los seleccionados fueron:
- bajos costos de reproducción: Connexions,MIT OpenCourseWare, OER Commons (como ejemplo de un repositorio de OER), y el Open Learning Initiative de Carnegie Mellon, una de las iniciativas más serias en el área de recursos educativos.
- cantidad de docentes: La idea aquí es que este límite intenta superarse con alternativas que permiten a muchas más personas ‘ser profesores’. Ejemplos emblemáticos incluyen a University of the People y Peer to peer University. Más recientemente, OpenStudy abre la puerta a la creación de grupos de estudio de apoyo a clases específicas.
- cantidad de estudiantes: Estos son los xMOOC que tanto protagonismo cobraron durante 2012. Aunque se puede argumentar que también aborda el límite de cantidad de docentes, su estrategia no es usar la tecnología para distribuir responsabilidad sino consolidar sistemas de broadcasting en donde un experto es el único protagonista. Los jugadores importantes aquí son todavía Udacity, Coursera y edX, aunque montones de empresas y expertos de marketing han empezado a maquillar lo que han hecho siempre para no quedarse por fuera de la ola. Class2Go de Stanford está incluido por su celeridad en proveer una plataforma tecnológica utilizable por otros.
- certificación: En cuanto a alternativas, lo más representativo (aunque aún incipiente) es la iniciativa de Insignias Abiertas de la Fundación Mozilla. Sin desconocer, por supuesto, convenios como el de Udacity con San José State University, que empiezan a mostrar otros caminos para este tema. Al menos, respecto a quiénes emiten certificaciones válidas…
- porque sí: Esto ni siquiera es una categoría en la presentación, pero era necesario incluir a Khan Academy, un excelente ejemplo de cómo una iniciativa individual puede convertirse en algo de gran escala. Por supuesto, sin el tecno-misticismo que propone que este tipo de historias se repetirán para cualquier persona.
- los primeros mooc: Aquí, los ‘sospechosos de siempre’. Los primeros pasos de David Wiley, Leigh Blackall y Alec Couros, seguidos del inesperado volumen de participantes de CCK08 y de algunos experimentos locales: los que tuve la oportunidad de realizar desde 2009 (ELRN, GRYC y DocTIC) y el TIOD liderado por Luz Pearson en 2010. Aunque después de CCK vinieron varios cursos más (como PLENK, Critical Literacies, Change11 y el primer LAK), el único que (a mi juicio) representó un cambio importante fue ds106, que inspiró algunas cosas de ArTIC.
Ese es más o menos un barrido por los materiales que amplían lo desarrollado en la presentación. Documentos y videos con descripciones más detalladas de mis experiencias se encuentran más o menos compilados aquí, para quienes estén interesados.
Y, por supuesto, comentarios y sugerencias sobre la presentación son muy bien recibidos. 🙂
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[…] Recorrido por algunos de los límites históricos de la experiencia educativa y la forma en la que están siendo cuestionados por innovaciones tecnológicas. […]