La semana anterior tuvimos en EAFIT un primer encuentro con las personas que están tomando el taller TRAL como preludio para un curso de maestría (como contaba aquí).
Dado que este es un grupo que no parece tener mayor dificultad con la tecnología (la mayoría ya ha tenido un blog, incluso si no lo utiliza, y hay varios usuarios de Twitter, aunque algunos con poca actividad) y que ya habíamos realizado las dos sesiones de orientación en línea de TRAL, decidí que para este primer encuentro el foco no estaría en lo tecnológico. Así que considerando que una de las cosas que parece generar más dificultad en este tipo de cursos es entender cuál es el sentido del blog personal y de qué manera permite construir relaciones crecientemente complejas, decidí intentar una serie de ejercicios que permitieran comprender desde lo tangible cuáles son las cosas que queremos hacer en TRAL. Esto es algo que nunca había hecho antes de esta manera.
Luego de la actividad, decidí organizar las ideas de las cosas que hicimos en esta sesión, pues pueden ser de utilidad para otros grupos:
Cosas interesantes del ejercicio:
- Una de las razones de fondo para hacer algo como esto es que, como he aprendido en experiencias como ArTIC, el inicio presencial de un proceso es una excelente excusa para subvertir las reglas del juego. Si hago una sesión expositiva, el mensaje para los estudiantes es “más de lo mismo”. Si los pongo a escribir, “publicar” y “tejer red” con trozos de lana, la primera impresión comunica un cambio en las reglas del juego. Eso es esencial.
- La actividad de lluvia de ideas que funciona tan bien en Collaborate es difícil de implementar en lo presencial. Encontrar más actividades como esta es un reto importante, pues es con ellas que se evidencia el valor agregado que nos da la tecnología y el sentido de la interacción en una red más abierta.
- El ejercicio de escribir una primera entrada permitió a algunos participantes “desmitificar la escritura en el blog”. Cuando se entiende que escribir en un blog no tiene que ser un asunto ceremonioso, sino que basta con registrar las preguntas que tenemos en mente, el asunto cambia (digo yo). Ahora, tengo que admitir que me está costando mucho trabajo escribir. Sigo tratando de descubrir cuál es la razón. Esto es crítico pues no se trata de decir a las personas “Haga lo que le digo”, sino “Haga lo que yo hago” (modelar comportamientos).
- Tejer la red con trozos de lana permitió a algunos participantes “hacer tangible lo intangible”, y abrió la puerta a metáforas simpáticas. El pegamento de algunas hojas no aguantó, así que algunos segmentos de la red se “cayeron”. Un problema? Para nada. Si tuviéramos un foro centralizado y este se cayera, todo se cae. Cuando tenemos una red distribuida, incluso si un segmento cae, el resto persiste. Una lección importante y bastante visible. Esto es algo que valdría la pena usar con poblaciones de docentes con menos experiencia tecnológica.
- Aunque pensé inicialmente que el ejercicio resultaría algo extraño para los asistentes, me encontré con una muy buena actitud de su parte. En algunos casos, ayuda que conozco a varios de ellos por otros escenarios. Pero incluso con las personas con quienes me veía por primera vez, percibí un interés creciente y, sobre todo, una comprensión creciente de que “se vale” divertirse, expresarse y poner en el centro sus propios intereses. Eso también es un aspecto esencial de este proceso.
Tengo muchas expectativas con respecto a este proceso en EAFIT. Y también muchas inquietudes. Sobre todo, porque noto que estoy en un lugar diferente en cuanto a mi propia perspectiva. En este punto no me interesa convencer a nadie de nada, lo cual es paradójico cuando se piensa en la figura docente que busca convencer a otros de su propia disciplina/área/punto de vista y usa mecanismos como la evaluación en el proceso de “convencimiento” (haga tal cosa, o de lo contrario tal cosa ocurrirá).
Al mismo tiempo, noto que eso significa ubicarse en un extremo del espectro de autonomía de Grow, y que parte de la misión del docente sería ofrecer ayuda diferenciada a distintas personas. Pero, considerando las múltiples opciones que brinda la red, ¿no tendría cada aprendiz que encontrar el espacio que le permita desarrollarse según sus condiciones? ¿No se trata de esto la autonomía, en especial cuando estamos tratando con adultos? Lo cual me lleva de vuelta a la eterna discusión respecto al rol del docente, sobre el cual tanto se dice y se proclama. ¿Será muy arriesgado decir que el docente tendría que ser el mejor aprendiz posible y que su rol principal es hacer visible su propio proceso de aprendizaje? En un sistema centrado en el docente, la mayor parte de la responsabilidad sobre el proceso está en él/ella. ¿Qué significa tener responsabilidad distribuida? ¿No será hora de que empecemos a hacer mayor énfasis en el rol del estudiante? ¿O simplemente hablar del rol del aprendiz?
Como decía, montones de dudas para las que no hay una única respuesta. Espero que TRAL sea una buena excusa para abordar estos asuntos y muchos otros.
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De las ideas más fuertes de estas experiencias creo que queda bien clara la diferencia con “centralizado”, se ve: cae uno, los demás sostienen. En formato centralizado, falta el profesor: no hay clase.
Y algo más que cada vez me impresiona mejor: las actividades de formato más propio del jardín infantes tienen la mejor didáctica. Creo que los docentes de nivel inicial tienen mucho que enseñarnos.
Diego, me sigue admirando tu gran disposición a compartir tus aprendizajes, la sencillez con la que pones a nuestra disposición tus hallazgos y preguntas. Gracias
Cuquis-ITESO-TRAL
[…] La semana anterior tuvimos en EAFIT un primer encuentro con las personas que están tomando el taller TRAL como preludio para un curso de maestría (como […]
[…] La semana anterior tuvimos en EAFIT un primer encuentro con las personas que están tomando el taller TRAL como preludio para un curso de maestría (como […]
Diego excelente comentario, se que es duro pero no desmayes, tienes la madera necesaria para lograr lo que te propones y todos los que te seguimos así lo pensamos, en lo personal formo parte de TRAL LUCASCOLOMBIA 26
Diego, esta experiencia me recordó un relato de Merleau Ponty cuando decía que al portar un sombrero de la ancha, nos ensanchamos. Nuestro cuerpo cambia, así como nuestra idea de nosotros mismos. Tan es así, que con ese sombrero pensamos diferente los lugares por donde pasamos, porque por algunos de ellos no cabemos; es decir, no cabe nuestro sombrero. O aquella pregunta que hacía sobre el ciego con el bastón ¿Dónde termina la percepción del ciego, en su mano o en el bastón?
Se me hicieron presentes estos textos porque en las dinámicas que propusiste aquí (y aquella de pegarse el APA en el cuerpo, de ArTIC, que ya la apliqué en un grupo), hacen precisamente esto que dice Ponty: modifican el modo en que nos reflejamos a nosotros mismos par descubrirnos de otra manera, enredándonos, en este caso.
Saludos y gracias por esta descripción.