Crosspost de un comentario realizado a un post de Hernán Cadena. Para más contexto, vale la pena ir a su ingenioso post:
---- Como tal vez todos han notado, estas últimas semanas me han puesto bastante sensible frente a la identificación de esos lastres que mencionas, y que cargamos sin darnos cuenta. Me pregunto por qué resulta tan difícil evidenciarlos, y qué podemos hacer para confrontarlos y superarlos en etapas tempranas de un curso como este... Mi impresión es que esos lastres, a la larga, terminan convirtiéndose en esas "técnicas para armar el cubo", con las que terminamos frustrados a veces. Visto de esa manera, es completamente natural la frustración, pues definitivamente las técnicas y estrategias que nos han funcionado en el pasado pueden no funcionar tan bien aquí.... Estoy pensando, por ejemplo, en la estrategia de "hacer un trabajo para entregar al final", o la de "salir bien en el examen", o la de "ir a clase y sentarme bien adelante para que se me vea el interés". Aunque nos encanta hablar de la importancia de lo formativo, y no sólo de lo sumativo, ahora empiezo a ver que estos medios pueden convertirse en realidad en una gran amenaza no sólo para los docentes, sino para los estudiantes que estamos acostumbrados a esas técnicas y estrategias que toda la vida nos han funcionado... Inquietante asunto, que no había podido ver antes, y que es hasta el momento una de mis grandes lecciones en este proceso. Tan importante como el asunto de la evaluación. Cada vez me cuesta más trabajo entender qué significa, exactamente, "rajarse". Significa que nunca voy a aprender? No. Significa que no entendí las cosas 'de la manera' que debía entenderlas? A veces (lo cual es completamente cuestionable, por cierto, en especial en áreas donde no hay 'una' respuesta). No puedo evitar preguntarme por qué todo el proceso de aprendizaje terminó girando alrededor de la evaluación, y pero aún, de la calificación. Es inquietante ver que estas son cosas que están allí, a la vista de todos, y que todos aceptamos prácticamente como una ley natural, completamente incuestionable. Un último detalle que sigue rondando mi cabeza es el referente a la necesidad de contar con un evaluador externo. Por qué nos hace tanta falta? No debería el sistema formal darnos, precisamente, herramientas para "vivir sin él" (pues de hecho es así como vivimos la mayor parte de nuestras vidas)? Estas son preguntas que todavía no logro agarrar muy bien, pero que me inquietan mucho, pues no logro pensar en la autonomía ligada a la necesidad de un observador externo que evalúa mi proceso. Estoy completamente de acuerdo en la utilidad de los guías, pero me asusta cuando su ausencia se convierte en motivo de desmotivación... En fin, dudas y más dudas. Un buen cierre para ELRN09, supongo! :D